Un recorrido por una de las ciudades más atractivas y maravillosas del Norte argentino.
La Quiaca se ubica en el norte de la provincia de Jujuy, dentro del departamento de Yavi y a 3.500 metros sobre el nivel del mar. Se trata de una de las ciudades más altas del mundo y por ello hay que señalar que el circuito turístico se debe realizar de manera pausada y tranquila.
Al norte, La Quiaca limita con la localidad de Villazón (Bolivia), al oeste con Ojo de Agua, al este con Sansana y, en el sur, con la localidad de La Florida. Se ubica a 290 kilómetros de San Salvador de Jujuy y a 2.000 kilómetros de Buenos Aires.
Una primera visita a La Quiaca requiere de una división sectorial para lograr un mejor aprovechamiento a la hora de conocer nuevos lugares: el Este (situado entre la Av. Lamadrid y la calle Güemes) y el Oeste (ubicado entre las avenidas España y Sarmiento).
En la parte oeste se encuentran los edificios históricos y los espacios abiertos más emblemáticos de esta hermosa ciudad. Por este sector comienza la mayoría de los circuitos turísticos.
La plaza 11 de Septiembre o Plaza Independencia (ubicada sobre la Av. Sarmiento) es un excelente lugar para iniciar el recorrido. Es un sitio pleno de vegetación y presenta una fuente de piedra granito en el centro que fue donada por la colectividad española que habita en La Quiaca.
Justo frente a la plaza, entre la calle Independencia y la Av. San Martín, se halla la Iglesia del Perpetuo Socorro. La piedra fundamental de este templo fue colocada el 3 de junio de 1917 y su edificación fue realizada con piedra canteada.
El predio del ferrocarril, construido bajo las nociones y características de la arquitectura ferroviaria inglesa de fines del siglo XIX, se ubica sobre la Av. Sarmiento, cruzando la plaza 11 de Septiembre. Se trata de un lugar interesante para recorrer.
Otro edificio para visitar es el de la Gendarmería Nacional perteneciente al escuadrón nº 21, que se ubica en la calle Sánchez de Bustamante y la Av. Sarmiento. Toda su arquitectura está realizada con piedra canteada.
Sobre la Av. España se encuentra el Centro de Alto Rendimiento, que cuenta con una cancha de césped natural y una pileta climatizada cubierta.
Todo este recorrido se realiza “con la compañía” de un cordón montañoso que rodea La Quiaca y la convierte en un espectáculo natural único.
Ya en la zona este de la ciudad, entre las avenidas Lamadrid y Pellegrini, se hallan los paisajes más coloridos y repletos de productos artesanales. La cultura norteña se respira por doquier, en cada rincón.
El Mercado Central es un lugar que no debe dejar de visitarse. Allí llegan los pobladores rurales a burro cargados con sus mercaderías y productos. Existe una variada oferta de riquísimas comidas tradicionales y autóctonas, y bebidas típicas de la región del altiplano.
De hecho, en toda la ciudad cientos de artesanos despliegan sus creaciones: tejidos de lana de oveja y fibra de llama, realizados íntegramente con técnicas ancestrales y específicas de la zona.
El Museo Etnográfico Mosojñian es otra de las grandes opciones para conocer a la hora de aprender sobre la historia precolombina que involucra toda la región.
Hacia el norte se ubica el puente internacional Horacio Guzmán, que comunica La Quiaca con Bolivia. Desde allí se puede realizar un lindo paseo por la localidad de Villazón.
Por último, cabe indicar que a La Quiaca se puede llegar a través de la ruta nacional 9, que la comunica con el resto del país. Además, las rutas provinciales 4 y 5 la unen con el departamento de Santa Catalina y con la provincia de Salta. Y desde Bolivia, se puede llegar atravesando el puente internacional sobre el río La Quiaca.