En su interior se logra apreciar una cámara subterránea que contiene los restos arqueológicos del Cabildo mendocino –principal institución administrativa del gobierno colonial que fue destruido por el terremoto del 20 de marzo de 1861– y los restos del Matadero Municipal y de la Feria de Frutas y Hortalizas, que fueron construidos sobre las ruinas del primer edificio.
Claramente se observa el piso de las salas capitulares del cabildo, compuesto por baldosas criollas, y la placa de asfalto y baldosas rojas pertenecientes al matadero y al mercado de frutas, respectivamente.
Entre los objetos que se exhiben hay dioramas, fotografías y maquetas que recrean la historia y evolución de la ciudad, además de objetos extraídos in situ que datan de la época del devastador terremoto.