Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa

Frente a la plaza España, en la ciudad de Córdoba, encontramos el tradicional y casi centenario Museo Caraffa, que luce un moderno y funcional diseño arquitectónico. Eso nos alentó para disfrutar de una tarde dedicada al arte.

Lo habíamos visitado en años anteriores y notamos el cambio de este espacio que homenajea con su nombre al pintor Emilio Caraffa, nacido en Catamarca y quien un día decidió cambiar su residencia a la provincia de Córdoba.

Ascendimos por la imponente escalera central para ir viendo las distintas galerías que, en sus cinco niveles, mostraban un variado programa. En esta ocasión, una de las salas realizaba un homenaje a un grupo de becarios locales que viajaron en 1939 a Italia y Francia para completar sus estudios de pintura y escultura.

Además de estar expuestas algunas de sus obras, se resaltaba lo novedoso que fue para la época que esos artistas realizaran en Europa talleres en los que se relacionaron con personalidades del arte. De alguna manera, favorecieron el diálogo entre instituciones y a su regreso quedaron los vínculos logrados.

Seguimos hacia el segundo nivel, donde las dos salas cuentan con luz natural a través de claraboyas en los techos. Todas las salas están desprovistas de decoración, para que se luzcan solo las obras colgadas en las paredes. Uno puede situarse delante de los cuadros con comodidad, a distancia, con perspectiva y aún con la presencia de mucho público, porque el espacio es muy generoso.

Por un puente aéreo vidriado y techado pasamos al segundo edificio.

Nos llamó la atención la amplitud temática y la calidad en la presentación de las distintas manifestaciones. Un ejemplo de ello era el homenaje que se realizaba a Miguel de Molina en una de sus salas. Con el nombre de “Arte y provocación” se exhibió una muestra retrospectiva del vestuario original de las presentaciones teatrales y de cine de este malagueño que ocasionó admiración y polémica dentro de la cultura popular del flamenco y la danza española.

El museo tiene muestras permanentes e itinerantes y cuenta con una espléndida colección de artistas argentinos y extranjeros de todos los tiempos. Cuenta además con un auditorio y un espacio especialmente preparado para los más chicos, donde participan de juegos que los preparan para relacionarse con el arte.

Al retirarnos, felicitamos al personal que nos atendió por la agradable recorrida que habíamos realizado y nos contaron que el cambio edilicio no solo les dio una mayor superficie de exposición sino que también permite una mayor seguridad y control ambiental de las obras.

Ya en el exterior, tomamos asiento en unos bancos situados delante de algunas esculturas que complementan todo lo expuesto en el interior. Nos llevamos una excelente impresión de este espacio dedicado a la cultura para todos los públicos.