Las imágenes HDR (High Dynamic Range) son el resultado de una tecnología que imita el funcionamiento de la pupila en el ojo humano al adaptarse a la luz. Al abrirse y cerrarse, la pupila integra la información que va a ser procesada por nuestro cerebro para que podamos ver con claridad las zonas con diferente iluminación.
En el caso de las máquinas fotográficas, esta función está ejercida por el fotómetro, que mide la luz y toma una media de la luminosidad de las distintas zonas de la escena.
La aparición de la tecnología digital ha generado la posibilidad de utilizar las técnicas de HDR, que consisten en iluminar correctamente todas las zonas aunque contengan cantidades de luz muy diferentes. Así, el fotógrafo toma tres o más fotografías de una escena con diferentes niveles de exposición. Esto se logra cambiando la velocidad de la obturación.
Es muy importante que las fotos se saquen desde la misma posición y es aconsejable utilizar un trípode.
En el momento de la edición, estas imágenes se unifican y se consigue un producto final que reproduce con nitidez tanto las zonas oscuras como las más iluminadas creando una imagen que se luce con un efecto mágico y casi tridimensional.
Fotos (1): Eduardo Epifanio Fotos (2): Jorge González Fotos (3): Federico Haag Fotos (4): Rocio Vega |