La localidad de Miramar se encuentra a orillas de la laguna Mar Chiquita, al noreste de la provincia mediterránea de Córdoba. Su distancia a la ciudad capital es de 200 kilómetros y a San Francisco, de 130.
En la costa sur de esta laguna muy particular han crecido varias poblaciones: Balnearia, Morteros, Brinkman, La Para; Miramar es la más afamada por los balnearios y servicios turísticos que ostenta. Debido a una falla geológica en la era Precámbrica, las aguas de Mar Chiquita presentan un alto contenido de sulfato de sodio y su salinidad las asemeja a las de la costa atlántica argentina. Solo en tiempos de lluvias los ríos que desembocan en este enorme espejo lacustre aportan agua dulce y los efectos se suavizan.
Una moderna costanera le ha dado aún más vida y comodidad al área urbana. En su recorrido enlaza los distintos sitios públicos de baño, que lucen coquetos quinchos de paja, sanitarios, sillones, asadores y varios campings. Los espacios verdes ofrecen sombra y lucimiento al conjunto.
Situarse a orillas de la laguna es perderse en la inmensidad acuática. El horizonte se confunde con el cielo diáfano cordobés en un paisaje amplio, tranquilo y con aire puro.
La presencia de humedales ha permitido la existencia de especies que anidan durante todo el año. A la reserva natural llegan y parten aves de distintos pelajes, tamaños y colores que surcan el cielo; los flamencos rosados son quizá los que más llaman la atención.
Miramar creció debido a las propiedades minerales de la laguna y también por los fangos de los bañados del río Dulce, uno de sus principales afluentes. El Centro Balneológico Termal Mar Chiquita reúne a profesionales y aparatología de primer nivel para el tratamiento terapéutico de afecciones inflamatorias y traumas deportivos. Los fangos azufrados y los baños salinos alivian las lesiones en forma natural.
En un día de verano, el movimiento acuático es vasto y abarca un gran sector pegado a las playas. Natación y kayak son los más populares, como también la pesca embarcada de pejerrey. En tierra firme, son habituales los trekking, bicicleteadas y ecoturismo (avistaje de aves y flora).
A una buena oferta de casas en alquiler y hosterías se suma la vida nocturna con casino incluido en tiempo de vacaciones. Probar la cocina regional significa degustar la nutria en escabeche y los pejerreyes recién pescados.
Para quienes no frecuentan la provincia de Córdoba, Miramar no figura en la agenda de viajes. Para los cordobeses, contar con un mar propio en el interior es un gran orgullo y satisfacción.
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