Tres balnearios son sólo un ejemplo de lo que el San Antonio tiene para ofrecer. Ya sea que optemos por alojarnos en un
camping,
countries o casas de alquiler, el río siempre está ahí, a metros de nuestra ventana. El canto de los pájaros es una muestra del bienestar que se vive en el lugar.
Nos dimos cuenta de que además de disfrutar del río, se pueden sumar actividades para toda la familia: caminatas,
mountain bike, pesca deportiva, golf, cabalgatas y observación de aves silvestres en su hábitat natural.
Quizás esos lugares serranos no tienen demasiada vida nocturna, pero son ideales para unas vacaciones tranquilas en las que no faltarán ni las heladerías ni los bares cerveceros a la luz de las estrellas. La movida “bolichera” seguirá siendo propiedad de Carlos Paz por cercanía y ofrecimientos para cuando se va el sol.
Sentíamos la cara arrebatada por el sol pero un aire fresco nos devolvía a Carlos Paz con una sensación muy linda en el cuerpo. Habíamos respirado un aroma distinto en esa serranía aún virgen. Seguramente volveremos a esos parajes porque comimos unos frutos rojizos de un arbusto de la zona, el piquillín que, según dicen, brinda la fuerza de convicción necesaria para regresar al lugar.
+ Info:
http://www.welcomeargentina.com/villacarlospaz/rio-san-antonio.html