Seven kilometers away from
Cafayate to the Southeast, you can go around an old Diaguita- Calchaquí settlement and appreciate important vestiges of this Ethnos opencast.
This circuit can be visited by means of ejoying a n easy hiking which is ideal to go around the region as you exercise.
La zona que estaremos transitando es conocida con el nombre de Yacochuya – “agua clara” en lengua diaguita, denominada así por la confluencia del Río Lorohuasi y el Río Colorado que poseen la transparente tonalidad.
Los senderos se diversifican y se suceden uno tras otro. A medida que se avanza se logra distinguir con notable claridad variados morteros comunitarios, pascanas, terrazas de cultivos, cuadriculas y altares religiosos que demuestran fehacientemente que esta zona fue habitada.
La región posee una importante flora compuesta por estepas arbustivas xerófilas como el churqui, jume, tala chico, chañar, algarrobo amarillo y gran cantidad de cardones, bosquecillos enanos y cojines bromeliáceas. La fauna se manifiesta a través de especies como cuises, pumas y zorros grises o colorados, entre otros.
Entre las aves que prevalecen en la zona se destacan los aguiluchos, gorriones, loros, catitas y benteveos, por lo que es un sitio especial para los amantes de la observación de pájaros.
Las Ruinas del Divisadero estuvieron habitadas por diferentes grupos humanos desde tiempos pre-cerámicos – 6000 años a.C - hasta el contacto con los españoles. Durante todo ese tiempo se fueron sucediendo diversos grupos con diferentes tipos de organización, que dejaron una serie de evidencias dispuesta al aire libre. En la actualidad las ruinas son estudiadas por arqueólogos de todo el mundo.
Entre los objetos más reconocidos se destacan algunos restos de vasijas, pircas y apachetas con figuras de llamas, soles, estrellas y suris.
Para un fácil recorrido por el sector se puede transitar por las acequias de riego que se prestan como pseudo-caminos y que facilitan la circulación.
Al transitar por las Ruinas del Divisadero es importante poseer una conciencia de preservación y de respeto por los antepasados, dueños de esas tierras, ya que al no haber ninguna disposición legal por el momento que prohíba la extracción de los objetos se hace muy difícil controlar el saqueo de los mismos.
Desde los 1600 m.s.n.m. habremos ascendido casi sin darnos cuenta hasta los 1800 m.s.n.m.
Nos hidrataremos con el líquido que hemos llevado y descansaremos en alguna roca o en una terraza de cultivo, mientras una panorámica de todo el valle de Cafayate se regala ante nuestra vista para ser apreciada.
Desde lo alto “divisarás” la cúpula de la Iglesia de la ciudad, los barrios próximos a las ruinas y la Quebrada de Cafayate sobre el fondo cerrará el cuadro.