Ubicado a tan sólo 18 kilómetros de la localidad de La Cumbre, Cuchi Corral es uno de los sitios emblemáticos para el vuelo con parapente. Un lugar único en el mundo, ideal para principiantes y profesionales.
La Cumbre posee un conjunto de montañas y laderas perfectas para iniciarse en el vuelo libre. No por nada la cantidad de pilotos y alumnos que ganan los aires se multiplican todos los años.
Volar en Cuchi Corral
Las condiciones climáticas, orográficas y meteorológicas que se dan en la zona de La Cumbre resultan ideales para volar con parapente, no sólo para aquellos que desde hace años dominan la técnica del vuelo, sino también para los alumnos que han decidido realizar un curso de iniciación y están realizando sus primeros vuelos.
Las suaves laderas y pendientes que presentan algunas de las sierras las hacen verdaderas escuelas.
Allí, los instructores se encargan de trasmitir a los alumnos los conocimientos básicos para realizar sus primeros vuelos: desde cómo se debe inflar la vela, correr al punto elegido y comenzar el vuelo hasta cómo desarrollar una técnica correcta para enfrentar las ascendentes y descendentes que influyen una vez que estamos volando.
Los aterrizajes, por su parte, no son para nada bruscos. La Cumbre posee una extensa cantidad de faldeos y campos que permiten que los menos experimentados puedan volver a tocar tierra sin ningún tipo de dificultades y sin correr el riesgo accidentes.
Los mejores pilotos del mundo
Antes de la llegada del tan esperado año 2000, los mejores pilotos del mundo se dieron cita en La Cumbre y en sus zonas aledañas (cerro Las Gemelas, de Capilla del Monte) para disputar el primer y único Mundial de Parapente realizado en Argentina hasta el momento.
Los mejores de esta actividad, entre los que se destacó el suizo Andy Heidigger (quien hoy vive en La Cumbre con su aeroatellier) y otros pilotos argentinos de excelente nivel, se dieron el lujo de mostrar las excelentes condiciones climáticas que el lugar tiene para el vuelo libre.
Constantes y excelentes térmicas (masas de aire caliente) para subir y la posibilidad real de realizar importantes vuelos de distancia lograron que Argentina pasase a ser conocida mundialmente dentro del ámbito de este deporte. Hoy, si bien la situación ha cambiado notablemente, todos los fines de semana del año más de una veintena de pilotos surcan los cielos de Cuchi Corral y, si el viento ayuda y tira para ese lado, aterrizan a escasos metros de la ciudad de La Cumbre.
Cosa de pájaros, dirían algunos.