El Parque Nacional Lago Puelo es uno de los hábitat naturales de especies como el pudú y el huemul, ambas en peligro de extinción. Presidido por un hermoso espejo de agua que le da nombre, esta reserva protege un entorno natural que llega a la frontera cordillerana.
Creado en principio como anexo del Parque Nacional Los Alerces, en el año 1971 se separó como área independiente con 27.674 hectáreas. Esta reserva natural posee características que la hacen única en la Patagonia. Por su escasa altura sobre el nivel del mar (sólo 200 metros), su ambiente geográfico y su formación geológica, este sitio posee muchas especies de flora endémica, además de un hermoso paisaje y un clima excepcional.
En este sector, la cordillera recibió cambios resultantes de la acción de los glaciares. El espejo turquesa del lago que le da nombre a esta área protegida debe su increíble color a los sedimentos de inmensos campos glaciares y ventisqueros menores situados en las nacientes de los ríos Turbio, Azul y Epuyén. A través de rápidos y del río Puelo, el lago desemboca en el océano Pacífico y está enmarcado por imponentes cerros como el Tres Picos y el Vanguardia, con hermosos glaciares colgantes.
En este parque se desarrollan sistemas boscosos diferentes, con presencia de alerces y especies representativas de la selva valdiviana chilena que sólo tienen intrusión en este sector.
Los escarpados faldeos cordilleranos se encuentran tapizados de un verde vibrante que llega hasta las cálidas aguas costeras. En verano, por la baja altitud del Parque, las temperaturas alcanzan máximas de 36ºC, lo que hace que los espejos de aguas se calienten hasta los 20ºC. Esto permite practicar distintos deportes acuáticos y disfrutar de las playas sin sufrir el frío de los lagos patagónicos.
Uno de los principales tesoros de este parque son los bosques de pataguas o pitras, una especie arbórea pariente de los arrayanes pero de difícil acceso en las regiones boscosas de este tamaño.
Posee un tronco arrugado que en este ambiente se desarrolla con una apariencia singular y genera una atmósfera muy especial.
El parque también es refugio para el huemul, una de las especies en peligro de extinción de la Argentina. Declarado monumento natural, este cérvido tiene su población más importante en el parque de Puelo.
Caminar por los distintos senderos hasta descubrir alguna pequeña playa de arena fina y aguas transparentes es una experiencia fascinante. Existen distintos circuitos que pueden durar desde media hora hasta 6 días.
Además del trekking, dentro del Parque se pueden realizar cabalgatas guiadas, paseos lacustres y pesca deportiva. Ésta se realiza principalmente en los ríos Azul y Puelo, además de en el lago homónimo, en el que están permitidas la navegación a motor y las excursiones en lancha que acceden hasta el extremo noroeste en Los Hitos.
En la cabecera norte se encuentra el área recreativa. Junto a la intendencia del Parque, en temporada, funcionan un puesto de información, comedores, confiterías con sanitarios, un sector de parrillas para uso diario y dos campings, uno organizado y otro agreste. En el balneario La Playita hay un camping vehicular.