Identidad neuquina en el Álvarez

En otras épocas, la visita a los museos era algo pesado y que solo llamaba la atención de los científicos o estudiosos. En la vida actual, museos como el Gregorio Álvarez constituyen importantes espacios de cultura con una nueva dinámica.

El museo está ligado a la vida e historia de la provincia del Neuquén y funciona en un local que perteneciera al Ferrocarril del Sur, dentro del Parque Central. El edificio fue construido por los ingleses en 1901 y funcionó como taller de esa compañía ferroviaria. Guarda su misma fachada y los espléndidos vitrales originales; restaurados, por supuesto.

Su nombre recuerda al Dr. Gregorio Álvarez, un apreciado historiador que exploró a lomo de caballo su Neuquén natal para luego difundir la cultura de su tierra. Fue escritor, poeta y profesor universitario, pero se lo recuerda por su gran amor a las tradiciones ancestrales.

El museo fue sede provisoria del Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén y como tal recibió muestras de pintura y escultura muy significativas de artistas nacionales y extranjeros y organizó la I Bienal Internacional de Arte. Julio Le Parc, Francisco de Goya, Annemarie Heinrich son solo algunos de los artistas que expusieron sus obras en sus salas.

En la muestra permanente se destacan importantes piezas arqueológicas obtenidas en tierra neuquina y, en especial, las rescatadas en la estancia Haichol, ubicada al oeste de la ciudad de Las Lajas. Elementos que detectan más de 7 mil años de antigüedad son atesorados en espacios especiales y visitados por las escuelas como parte de un circuito educativo provincial.

En sus vitrinas se exhiben instrumentos de piedra como hachas, clavas y placas grabadas, únicas en su estilo y que siguen siendo analizadas por científicos ya que se supone tienen más de 10.000 años de antigüedad.

Para acentuar el sentido pedagógico que deben detentar los museos y familiarizar a los más pequeños con los hallazgos científicos que se han realizado en esta provincia, existe un sector dedicado a ellos. Allí, juegan a ser arqueólogos a partir de réplicas de piezas que se diseminan en un arenero y deben descubrir, estudiar y catalogar de acuerdo con instrucciones que reciben durante la visita educativa.

El espacio de propuestas itinerantes está abierto a todo tipo de expresión artística e incluye pertenencias de viejos pobladores y fiestas populares, para diversificar la oferta cultural.

El Museo Dr. Gregorio Álvarez, renovado en su estética edilicia y en su esquema de trabajo comunitario, se suma al circuito museológico provincial. Su ubicación céntrica es uno de los ejes que hacen del Álvarez uno de los más visitados.