En el departamento de Rivadavia, ubicado a 16 kilómetros del centro de la capital sanjuanina por la ruta Pcial. nº 12, se puede visitar la champañera Cavas de Zonda y conocer todo el proceso de elaboración de esta singular bebida.
Existen tres champañeras de este tipo en el mundo, situadas en el seno de la montaña, comunicadas con el exterior mediante un túnel de 200 metros de largo.
La empresa se instaló allí porque la temperatura constante que ronda entre los 16 y 18º C es ideal para el desarrollo y guardado de la champaña que se produce.
Los guías de la fábrica explican la transformación del vino en champaña y develan los porcentajes de azúcar que se agregan para formar los distintos varietales.
“Al vino se le agregan levaduras y azúcar, y se lo cierra herméticamente. Las levaduras consumen el azúcar y comienzan a despedir anhídrido carbónico, que al no poder salir se mezcla con el líquido y le otorga las típicas burbujas transformándolo en champaña.”
Luego de este proceso, se baja la temperatura de los tanques que contienen la bebida y de este modo las levaduras son eliminadas.
El primer champán que se obtiene es denominado "nature". Si se le agregan 8 gramos de azúcar por litro se transforma en extra-brut, con 13 gramos de azúcar por litro se hace brut, mientras que si se agregan 33 gramos se convierte en demi-sec. Las champañas dulces tienen más de 50 gramos por litro.
Finalmente, el líquido se filtra, se envasa, se le coloca el corcho y el bozal: se obtiene un producto listo para la venta. No necesita añejamiento, ya que cuanto más joven es una champaña, mejor es su calidad.
Luego de la explicación, se pasa a la sala de degustación, donde se prueba el sabor de la champaña de Cavas de Zonda. Se pueden adquirir algunos de sus productos en la sala de venta que también funciona en el interior de la montaña.