A la jerarquía internacional que han logrado los vinos de la
bodega Salentein se agregan sus espacios Killka y la arquitectura sobresaliente de sus fincas del
Valle de Uco, departamento de Tunuyán, a pocos kilómetros de la ciudad de
Mendoza.
Viajamos junto a Kahuak para ingresar al fascinante mundo del vino junto a expertos. La primera impresión fue impactante: recorrerimos la finca La Pampa, una moderna construcción en la que lo primero que encontramos fue Killka, su rincón cultural con sala de arte de exquisita factura y obras muy valiosas.
Junto a una guía especializada, realizamos un recorrido por los sectores más relevantes. Salimos al exterior y caminamos entre viñedos para acceder a la sala de elaboración, mientras nos contaban acerca de las características de las vides, los suelos y las condiciones que necesitan para su desarrollo armónico. El riego se realiza por goteo, para lo cual cuentan con reservorios de agua de deshielo y acueductos subterráneos de gran pureza.
Una reseña breve de la historia de la bodega dice que su dueño, el señor Mijndert Pon, holandés, llegó en la década del 90 al Valle de Uco. Tiene tres fincas: El Portillo, donde elabora vinos jóvenes; La Pampa, vinos de alta gama; y San Pablo, al pie del Cordón de Plata, que es la más alta y solo tiene viñedos. Las diferentes altitudes dan distintos tipos de suelo y, con ello, uvas de maduración única. Es habitual calificar los vinos de acuerdo a la finca de donde provienen, una costumbre muy francesa.
+ Info:
http://www.welcomeargentina.com/valle-de-uco/bodega-salentein.html