Conocer
San Carlos, a hora y media de distancia en auto desde
Mendoza capital, es descubrir la más apacible villa de la frontera sur del Valle de Uco. Sencilla, afable, llama al silencio y al paso calmo mientras se recorren sus calles arboladas.
Llegamos después de almorzar y vimos pasar algunas personas en bicicleta, un perro durmiendo la siesta y, a lo lejos, dos vecinos charlando sin apuro en la puerta de una casa. Era una foto de lo que es su vida cotidiana, solo interrumpida por quienes se deciden a realizar actividades en las afueras y la visitan para hacer sus compras.
La plaza principal es su tarjeta de presentación. Allí se realizan los actos públicos y se comparte un rato de charla para comentar los últimos acontecimientos del barrio. La calle principal, la Eugenio Bustos, nos mostró su actividad comercial.
Caminando por la calle Lencinas, encontramos el Museo del Fuerte San Carlos, donde se guardan secretos de la historia no tan reciente de la zona. En él pueden verse vestigios del antiguo fuerte creado por la colonización española y que diera lugar al primer pueblo organizado del Valle de Uco en 1772.
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www.welcomeargentina.com/valle-de-uco/villa-san-carlos.html