El fortín Confluencia, llamado así por estar ubicado en la confluencia del río Limay y el río Neuquén, fue levantado en junio de 1879 por las tropas del Ejército Argentino. Sin embargo, el fuerte se incendió muy tempranamente y quedó completamente derruido, por lo que en ese mismo lugar, tiempo después, se construyó un nuevo fortín, esta vez bajo la jurisdicción de la Primera División del Ejército Expedicionario del Río Negro. En honor a esto, el nuevo fortín tomó el nombre de fortín Primera División.
No obstante esta primera presencia militar a partir del 1879, los pobladores aborígenes habitaban la zona desde mucho antes. Estas poblaciones originarias fueron sometidas por la Campaña del Desierto.
La tarea principal a la que se dedicaron los militares fue la de fomentar la agricultura y la ganadería para formar nuevos poblados en esas tierras recientemente conquistadas. Siguiendo este objetivo, el gobierno central puso en venta algunos campos y otros los repartió entre los militares de la Campaña del Desierto, así como también concesionó algunos otros terrenos a sociedades, en vistas a fomentar la actividad zonal.
La Vitivinícola Sanjuanina fue una de estas sociedades a las que hemos hecho alusión; en su momento se le otorgó la concesión de 50.000 hectáreas. De todos modos, al no haber podido aprovechar esta oportunidad, estos terrenos fueron adquiridos finalmente por el coronel Fernández Oro, quien luego fundó la Colonia Lucinda, que junto a la incipiente llegada del ferrocarril y la reciente construcción del puente sobre el río Neuquén hicieron que estas tierras comenzaran su creciente desarrollo.
Fue el mismo coronel Fernández Oro quien entonces comenzó a fraccionar su propiedad en lotes. Cuando, en 1903 Fernández Oro logró vender estos lotes, se fundó allí la Estación Limay de la Colonia Lucinda.
Pero recién en 1927 Cipolletti adquirió su nombre definitivo, en honor al ingeniero Cipolletti, quien había promovido la construcción de diques de embalse en los ríos Tunuyán y Mendoza, más tarde en el río San Juan y finalmente el del río Salí en Tucumán. Además, él mismo fue quien estudió exhaustivamente la cuenca hidrográfica del río Negro desde la cordillera hasta el mar y advirtió acerca de las precauciones contra las crecientes del río Negro, así como también visualizó la posibilidad de aprovechar el agua de este río para cultivos en el valle. Si bien sus proyectos fueron muchos y variados, sólo algunos de ellos pudieron realizarse, debido a los escasos recursos con los que se contaba.
Hoy Cipolletti es una ciudad con más de 60.000 habitantes, emplazada a solo 5 kilómetros de la capital de Neuquén.
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