El río El Durazno le da nombre a esta pequeña localidad de Calamuchita que cuenta con las mismas bellezas naturales de todo el valle. Pertenece al dominio municipal de Villa Yacanto y casi cuarenta kilómetros la separan de la ciudad de Santa Rosa de Calamuchita, también en la provincia de Córdoba.
Este poblado nació al pie de las sierras Comechingones con casas de veraneo que, con el correr de los años y la llegada de la corriente eléctrica, incrementó la cantidad de visitantes. No cuenta con un centro comercial importante y es por eso que se recurre a Santa Rosa o Villa General Belgrano para el esparcimiento nocturno.
Su mayor atractivo es su naturaleza en estado puro y el desafío de conocerla a partir de caminatas, cabalgatas y salidas en bicicleta entre bosques de pinos. A poco de andar o trepar las sierras, el aire puro y los cielos diáfanos se ponen a nuestra disposición.
El balneario sobre el río es el gran motor de la localidad. Las playas de arena, la transparencia de sus aguas, los pozones profundos que permiten nadar y la vista de altos paredones de piedra son los recursos más apreciados.
Pequeñas y coquetas hosterías, complejos de cabañas y camping prestan los servicios indispensables en una villa que vive de día y duerme de noche. En invierno nieva en la zona y es quizá por eso que en los veranos la vegetación se muestra saludable y bien verde.
Este rincón serrano apartado al que se accede por un camino escarpado invita a la contemplación y al silencio. Para los amantes de hacer vacaciones lejos del mundanal ruido es como encontrar una aguja en un pajar.
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