Proliferan las casas bajas y al no haber edificios altos lo único que se eleva al cielo son las grandes chimeneas de los establecimientos azucareros.
Una gran parte del recorrido por el centro de Libertador General San Martín puede hacerse a pie. Entre jacarandás y otras especies originarias se localiza cada uno de los principales puntos de interés de la localidad. Luego nos fuimos internando en los barrios aledaños, que son muchos y muy poblados.
La plaza San Martín, con su parque y monumento en honor al gran libertador, es el eje de la ciudad. De grandes dimensiones, centraliza los actos oficiales y, en especial, el del 17 de agosto, cuando se recuerda el fallecimiento del prócer nacional. Por su sombra y el hábito ancestral de sus vecinos, es lugar de reunión en tardes y noches calurosas.
En sus alrededores se encuentran el Banco de la Nación Argentina, la iglesia Nuestra Señora del Milagro, restaurantes, centro de compras, todo en pocas manzanas.
En la plaza de la Hermandad está emplazada una gran cruz con cristo crucificado, que es visitada por los creyentes en fiestas religiosas y Semana Santa. Siguiendo el recorrido, descubrimos la feria regional, un gran mercado donde se encuentran frutas, verduras cultivadas en quintas aledañas; probamos comidas y quesos caseros exquisitos.
Con más de cien años de vida, Libertador San Martín es fundamentalmente una ciudad de gente trabajadora. La base de su economía ha sido desde siempre el cultivo de la caña de azúcar y su industrialización. Compone junto a Ledesma un solo conglomerado urbano donde se ubica el ingenio azucarero y el complejo agro industrial. En esta última población se instalaron los primeros inmigrantes libaneses que llegaron para quedarse y le dieron su impronta. Parte de esa historia se ve reflejada en el Museo de la Ciudad. Pero los tiempos van cambiando.
A poco de andar, reconocimos su aspecto turístico, ya que la presencia de hoteles, camping municipal y casas de comida da indicio de la cantidad de visitantes que se hospeda durante todo el año. Se reciben turistas del país y del extranjero y el sitio es punto de partida de excursiones por los alrededores hacia el parque nacional Calilegua, las yungas y los complejos termales Aguas Calientes y El Caimancito.
La cercanía con cerros y paisajes encantadores da lugar al eco turismo y las salidas son de distinto tipo y dificultad. Es habitual ver mochileros, caminantes y camionetas de traslado, especialmente en horas de la mañana con destinos diferentes: montañismo, bicicleteadas, safaris fotográficos, etcétera.
Libertador General San Martín es una ciudad activa pero que aún conserva el hábito de guardar silencio a la hora de la siesta.