Las Toninas y el mar

Al ingresar a Las Toninas desde la ruta provincial 11 o interbalnearia se avanza en forma perpendicular al mar. Cuadra a cuadra se observa cómo a lo largo del tiempo ha crecido en ancho y largo, sin toparse con edificios en altura.

La avenida costanera bordea el médano que divide la playa del área urbana. En el recorrido aprendimos que la siguiente es la principal y todas las paralelas llevan una numeración impar. En cambio, en el otro sentido son números pares. A su vez, la 7 es el medio natural para dirigirse hacia la ciudad de Santa Teresita.

El encuentro con el horizonte marítimo nos enfrentó con sus playas extensas, de arenas finas. Las recorrimos y encontramos sus paradores con música, carpas y sombrillas, y los carritos que ofrecían jugos, licuados, fruta y otras delicias frescas.

No cabe duda de que todos los que hemos llegado a “Toninas”, como suelen llamarla, lo hemos hecho para pasar la mayor cantidad de horas del día en la playa. Tomar sol, bañarse mil veces saltando olas es el incentivo principal. El resto del tiempo, también en la arena, lo dedicamos a las caminatas y a la contemplación de la inmensidad que nos rodeaba.

Los deportes playeros son el esparcimiento de cada verano. El tejo es un juego popular y hasta se organizan competencia para todas las edades. Lo mismo sucede con los campeonatos de vóley o de bicicleta.

La pesca se rige por horarios especiales por la mañana temprano o de noche y tiene gran cantidad de fanáticos. La de costa tiene sus reglamentaciones que hay que conocer en cuanto uno llega. Las mareas, los lugares habilitados y las especies que salen en los distintos horarios se conocen a través de las casas especializadas.

Fuimos a internarnos en El Laberinto, en las calles 7 y 16, construido sobre un médano. Es un conjunto de arbustos que obligan a descubrir recorridos, salidas, un mirador y algunos juegos para grandes y chicos. Nos entretuvimos un rato sanamente con el caza fantasmas y visitamos una cascada, una gruta y el vía crucis.

El entretenimiento nocturno se encuentra en algunas confiterías, un canto bar y restaurantes de temporada. La cercanía con San Clemente del Tuyú y especialmente con Santa Teresita hace que los más jóvenes se trasladen hacia allí para una mayor diversidad de atracciones.

Sencilla, de vida apacible y playas acogedoras, Las Toninas ha ganado un público amante del descanso en familia.