Destino turístico de muchas familias que buscan descanso y aire marítimo sin contaminación, la localidad invita a actividades al aire libre y poco entretenimiento nocturno.
Quienes eligen Mar del Tuyú para sus vacaciones lo hacen por la tranquilidad de un pueblo costero que privilegia la actividad playera. Permanecer todo el tiempo posible al sol, practicar algún deporte sobre la arena y entrar y salir del agua tantas veces como se tengan ganas pasa a ser el tema central del verano.
Recorrimos sus calles sencillas, separadas de las playas por los médanos, y encontramos todo aquello que necesitábamos para una estadía sin contratiempos.
Siendo una población pequeña, todo está cerca. Es común observar que muchos veraneantes se mueven a pie cargados con sus sombrillas, elementos de picnic y sillones plegables sin mover el auto. La bicicleta y el cuatriciclo son los móviles habituales para trasladarse.
Sobre la costanera y a la altura de la calle 75, nos llamó la atención su muelle pesquero. Gran cantidad de aficionados, seguramente conocedores de los movimientos de la marea que rige la pesca de mar, despuntaban su vicio sin apuro. Esta dársena construida con madera ingresa al mar unos 100 metros, distancia suficiente como para acceder a la rompiente, punto clave para lanzar la caña y sus señuelos. Al estar iluminado, es muy visitado de noche y en sus instalaciones se venden o alquilan todos los implementos necesarios, además de que se realiza la contratación de excursiones embarcadas.
También sobre la costa, observamos la estructura edilicia del palacio municipal. Según nos contaron, sin demasiados cambios estéticos, allí funcionó el Gran Hotel Tuyú, inaugurado durante los primeros años de los balnearios costeros a mediados del siglo XX.
Seguimos nuestra caminata hasta encontrar su famoso faro en la calle 69 y 1. Permanece activo y es fundamental para la orientación de los barcos pesqueros.
El espíritu religioso está representado por la capilla Stella Maris, patrona de los pescadores. También por la Cruz de la Nueva Evangelización, realizada con madera de quebracho colorado.
Cuando las tardes se presentan ventosas y con poca confianza como para ir a la playa, existen alternativas. En la plaza de las Provincias Argentinas se encuentra la feria de artesanos, el Museo Polifacético René Mermier y, en temporada estival, se organizan espectáculos divertidos.
En las cercanías, bien vale visitar los balnearios cercanos como Santa Teresita, con su centro comercial y entretenimiento nocturno, Costa del Este y, un poco más lejos, San Clemente del Tuyú y sus parques temáticos.
Mar del Tuyú crece en visitantes cada año, señal de lo bien que se veranea en sus playas.