Rodeada por los ríos Paraná, Uruguay -que le dan forma y nombre- Guayquiraró y Mocoretá, con dos grandes lomadas o cuchillas -la de Montiel y la Grande- que se extienden de Norte a Sur, Entre Ríos se presenta como una fértil llanura. Hacia el S.O., el río Paraná se desliza hasta terminar en un laberinto de islas y canales, que constituye el Delta Entrerriano. La región que hoy ocupa la Pcia. de Entre Ríos, es un caso atípico en la historia colonial argentina. Su territorio permaneció durante muchos años despoblado de colonizadores siendo apenas una referencia geográfica. Se considera que el origen de su actual capital, la ciudad de Paraná, fue un caserío sobre el río homónimo, que era conocido con la denominación de La Bajada del Paraná, al que se le ha atribuido como fecha de fundación la del 23 de octubre de 1730, oportunidad en que el Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires dispuso la erección de una parroquia bajo la advocación de la Virgen del Rosario. El primer navegante que avistó la costa entrerriana fue D. Sebastian Gabotto al descubrir el río Paraná a fines de 1527. Hasta entonces la región estaba poblado , sobre todo , por la comunidad de los guaraníes que como ya quedó dicho en otras historias, eran de un temperamento guerrero y combativo. Sin problemas de aborígenes hostiles desde 1749, en los nuevos pueblos se radicaron artesanos italianos y de otras nacionalidades. La actual Iglesia Catedral es el segundo edificio levantado sobre el mismo solar del primero, consistente en una ranchada que se levantó en 1731. En 1732 don Francisco Arias Montiel, que se hallaba a cargo del Curato de la Parroquia del Paraná, construyó cerca del anterior un nuevo templo, cuya obra es finalizada en 1756. El virreinato del Río de la Plata, fue organizado por Ordenanza del 28 de Febrero de 1782 en ocho Gobernaciones-Intendencias, cuyas capitales eran: Buenos Aires, Asunción, Córdoba, Salta, Potosí, Cochabamba, La Paz y Charcas. A una de ellas, la de Buenos Aires, correspondió la región de Entre Ríos, y su denominación se atribuye al teniente coronel D. Tomás de Rocamora quien, en un informe del 11 de agosto de 1782 que dirigió al virrey Vertiz y Salcedo, expresaba: “.......asegúrese V. E. que ejecutado como planteo, antes de muchos años, será la de Entre Ríos [..] la mejor Provincia de esta América.” Cuando el primer Adelantado D. Pedro de Mendoza firmó sus capitulaciones con el Rey de España, se le atribuyó una jurisdicción que se extendía desde Asunción a Buenos Aires, y en la cual, estaba incluido el territorio que, hoy, corresponde a la Provincia de Entre Ríos. El 10 de septiembre de 1814, el Director Supremo del Estado, D. Gervasio A. de Posadas, dispuso separar de la Gobernación de Buenos Aires a Entre Ríos y a Corrientes, erigiéndolas en Gobernaciones con sus propios titulares y fijando sus jurisdicciones. Tras vencer a D. José Gervasio de Artigas en las Tunas, el caudillo entrerriano, D. Francisco Ramirez, se impuso en Corrientes y en Misiones y proclamó la "República de Entre Ríos", en 1820. Su duración fue efímera, pues derrotado y muerto el caudillo el 10 de julio de 1821, con lo cual Corrientes y Entre Ríos recuperaron su individualidad de provincias, el 26 de noviembre siguiente. Francisco Ramírez ha pasado a la historia como el “Supremo Entrerriano” porque el 24 de Noviembre de 1820 fue elegido en Gualeguay “Jefe Supremo” de la República de Entre Ríos (comprendía la actual Mesopotamia : Entre Ríos, Corrientes y Misiones). Su figura, reciamente combativo, domina todo el turbulento y dramático año de 1820, que culminó con el triunfo del ideal federalista al aceptar Buenos Aires la firma del Tratado del Pilar, después de la victoria obtenida por el ejército montonero de Ramírez y López en Cepeda. Ese tratado, que lleva la firma de los dos caudillos y del gobernador porteño Manuel de Sarratea, constituye la piedra fundamental de la organización federal y republicana del país, adoptada definitivamente tres décadas más tarde, al sancionarse la Constitución de 1853. El establecimiento de Paraná como capital del Gobierno Nacional, presidido por Justo José de Urquiza durante la década de 1850, favorece el crecimiento de la región. Alcanzó la denominación de ciudad el 26 de agosto de 1826. Entre los años 1853 y 1861, fue capital de la Confederación Argentina, constituyéndose en capital de la provincia en el año 1883.