La Villa Potrerillos resulta un lugar ideal para quienes viven en ella o para quienes se acercan todos los veranos a disfrutar de su dique y lugares de esparcimiento.
No son más de 70 kilómetros los que separan Mendoza capital de este paraíso enclavado en las montañas (previo al paso con Chile), donde un inmenso lago de aguas celestes oficia de anfitrión para dar vida a uno de los lugares más hermosos para vacacionar en la provincia de Mendoza.
Bella y calma al mismo tiempo, esta pequeña villa que empezó siendo una excusa veraniega y que luego adoptó habitantes estables a lo largo de su dique, es hoy perfecto para practicar todo tipo de actividades relacionadas con la vida al aire libre, entre las que se destacan las caminatas o trekking, la pesca deportiva, el rafting en las aguas del río Mendoza o bien el campamento y todas las bondades que ello implica.
La historia de Potrerillos
Basta con tomar alguno de los caminos que le dan vuelta o bien preguntar su historia a los vecinos del lugar para saber que el dique Potrerillos posee una superficie cercana a las 1.500 hectáreas y que tiene un recorrido de 14 kilómetros de largo y casi 3 kilómetros de ancho, que sirven para dar lugar a distintos prestadores turísticos y actividades deportivas.
En sus alrededores, una gran cantidad de emprendimientos y cabañas se han instalado en los últimos años para satisfacer las demandas turísticas de las personas que año tras año deciden quedarse en la villa para saber de qué se trata este lugar del que está hablando todo el mundo.
Ciudad previa a la zona de Puente del Inca y del paso internacional a Chile, Potrerillos se encuentran enmarcada dentro de la naturaleza mendocina, con un amplio valle rodeado de altas montañas, junto al recorrido de los ríos Blanco y Mendoza, le aportan el agua suficiente para dar vida al dique y así constituirse como uno de los oasis más importantes de esta zona.
Al Automovil Club Argentino (ACA) y al Gran Hotel Potrerillos, que por su estilo arquitectónico logró dar que hablar a toda la provincia, se sumaron con el correr del tiempo nuevos prestadores turísticos.
Hoy, distintos son los “barrios” que se ubican alrededor del dique en los que vecinos y turistas tienen sus casas de fin de semana o eligen cabañas para pasar varios días. Entre estos barrios y lugares para conocer, se encuentran Las Carditas, Las Vegas, Valle del Sol, el famoso Salto y Piedras Blancas; y en los alrededores, el pequeño pero encantador centro de esquí Vallecitos y las aclamadas y curativas aguas de las termas de Cacheuta, otro lugar imperdible cercano a la villa mendocina.
Una de las actividades preferidas por quienes veranean allí son las largas caminatas, que pueden durar horas si se decide “dar la vuelta al dique” o si se elige ir conociendo los distintos puntos de interés de esta hermosa villa turística que lo tiene todo para disfrutar en familia.