Se dice que fue el propio Magallanes quien en 1520 pasó dos meses en este lugar junto a su tripulación antes de encaminarse hacia el cruce del estrecho. Allí se hicieron de provisiones para encarar la travesía y antes de salir mandó a construir un altar en Punta Reparo para que todos quienes visitaran el lugar pudieran comulgar y confesarse. Este fue un mínimo antecedente de lo que luego (mucho más tarde, en 1862) sería el intento de educar a los tehuelches en la religión católica emprendido por los reverendos Schmidt y Hanzibe de la misión anglicana llamada South American Missionary. Viendo que sus misiones no estaban rindiendo frutos, al año siguiente se retiraron hacia las Malvinas. En 1873 el comandante Lawrence fue enviado por el gobierno argentino para afianzar la soberanía nacional y en 1879 logró izar la bandera en el cerro Misioneros. Así comenzó una fuerte campaña por parte del gobierno para poblar estas zonas más alejadas. Se ofrecían grandes ventajas para trabajar la tierra y a través de esto se pudo promover la colonización de la región. Quienes estuvieran interesados en trabajar y asentarse allí recibirían una legua de tierra, 500 ovejas, algunas vacas, una casilla y elementos para la labranza de la tierra, facilidades que luego deberían ser devueltas por los pobladores en un plazo de cinco años, plazo en el cual también le sería dada la propiedad definitiva de la tierra. Así comienzó, con aproximadamente diez familias que aceptaron el desafío, a formarse de a poco la población. En 1943 el puerto fue declarado lugar histórico.