Reta, sueños de grandeza. Claromecó, Reta y Orense, integran el partido de Tres Arroyos, ubicado al sudeste de la Provincia de Buenos Aires, sobre la costa atlántica. Situada en la desembocadura del río Quequén o Mulpunleufú (denominación aborigen que lo identificaba antes de la llegada del hombre blanco). El mar allí, es abierto con una pendiente pronunciada hacia la plataforma, formando canales naturales que facilitan la navegación marítima en la corta distancia. La costa, se encuentra en estado virgen, original y reparada por la bahía de los vientos más frecuentes. Sus 30 kilómetros de extensión, están limitados por el Caracolero (Cementerio de Caracoles), formación rocosa ubicada a 15 Km. de la Villa por el Este, y la desembocadura del Río Quequén Salado por el Oeste a 15 Km. La horqueta geográfica del arroyo Claromecó comenzó siendo, en 1865, uno de los 27 partidos resultantes de la campaña del Río Salado. Esta campaña, donde indígenas y conquistadores se disputaban territorios bonaerenses, culminó con puntaje ganador para la gente del Coronel Machado, que formó el pueblo de Tres Arroyos. Reta lleva este nombre en homenaje a don Martín Reta, quien fuera su principal impulsor en la década del 20. Martín Reta era hijo de inmigrantes españoles, y soñaba con hacer un pueblo no solamente turístico sino también un puerto marítimo para el partido de Tres Arroyos. En enero de 1927 se conformó una sociedad integrada por el propio Martín Reta y Claudio Rodríguez Otero con el fin de promover la construcción del pueblo balneario. A mediados de ese año se realizó la traza urbana y Rodríguez Otero asumió la representación de la Sociedad Pueblo Balneario Reta. A principios del año 1929 se terminaron las obras del primer hotel del balneario, al que se denominó Hotel Playa. El Balneario de Reta quedó fundado oficialmente el 28 de noviembre de 1929, según lo dispuesto por el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dr. Vergara. Tras el primer loteo, la sociedad que había fundado el pueblo vendió las tierras que le quedaban al señor Domingo Rago. En 1936 compró una parte de estas tierras la compañía Iribane-Casanova. En 1945 estas pasaron a manos de San Sebastián. En el mismo año se inauguró la primera escuela, en 1955 la Iglesia Sagrada Familia, en 1962 llegó al Balneario Reta el servicio telefónico y recién en 1978 la luz eléctrica.