Con los tintes de una ciudad que no pierde su espíritu de pueblo,
Tandil se entremezcla con el paisaje agreste delineado por sierras, valles, arroyos y bosques de antaño. Estos paisajes enamoran y cautivan al turismo llegado de todo el país, que se aloja en
su variada hotelería.
En el sudeste de la
provincia de Buenos Aires, se encuentra dentro de la región de la pampa húmeda y en el sistema orográfico de Tandilia, que atraviesa esta zona desde el noroeste hacia el sudeste.
La principal característica de la región de Tandil es la serranía que forma un paisaje ideal a 179 metros sobre el nivel del mar. Tandil se halla en un marco irregular que ocupa aproximadamente 50 km ², donde los valles se extienden desde las montañas hacia la planicie hasta la zona del río Salado.
El clima es húmedo y, durante el invierno, experimenta un incremento en las precipitaciones y heladas sobre las laderas orientales. La temperatura media anual es de 14º C con un promedio de temperaturas máximas de 20º C y mínimas de 8º C. Los meses más fríos son junio, julio y agosto.
Numerosos turistas visitan el famoso paseo de
"El Calvario" durante Semana Santa, y el parque Independencia, el
cerro Centinela, el dique y sierra del Tigre son los atractivos que convocan a la mayoría de los visitantes en Tandil.
Como resultado del entorno agreste, la ciudad y sus alrededores constituyen un sitio ideal para el turismo aventura, que se manifiesta en la práctica de parapente, ala delta,
cabalgatas,
trekking,
mountain bike, paseos en cuatriciclo, montañismo y kayak. Las variadas alternativas que propone Tandil convierten a la ciudad en una postal a los ojos del visitante.