Hacia la mitad del siglo XIX, tras una serie de intentos fallidos de conquistar el desierto, el gobierno argentino invitó a los pueblos europeos a poblar la Patagonia. Fue así que en 1865 arribó a las costas de Puerto Madryn un buque que llevaba como nombre Mimosa y que traía un grupo de inmigrantes galeses que, dedicados a diversos oficios, ocuparían la zona.
Estos inmigrantes establecieron una excelente relación con las comunidades tehuelches oriundas del lugar, gracias al trueque y el intercambio de conocimientos, habilidades y oficios. Los tehuelches eran excelentes cazadores y los galeses eran capaces de construir hornos donde hacer pan y manteca, con lo cual ambas partes salieron beneficiadas.
Luego de algunos intentos de instalar molinos harineros, que fallaban por su tamaño o capacidad, en 1896 se instala uno que promete futuro, pero la zona donde estaba emplazado entra a los pocos años en litigio con Chile.
Finalmente, la Comisión de Límites, reunida en 1902 y arbitrada por el inglés Sir Thomas Holdicsh, preguntó a los habitantes bajo qué nacionalidad preferían ellos vivir y los galeses optaron por la Argentina, que tras ese acuerdo ganó 360.000 hectáreas.
En 1918 una sociedad compró un molino de gran capacidad productiva, que durante muchos años fue el que promovió el acopio, procesado y comercialización de toda la producción ceralera de la zona. Así, alrededor de este molino, Trevelin fue creciendo y tomando fuerzas propias como población.
Al poco tiempo se creó la primera sociedad de fomento y con ello quedó fundado el pueblo, sobre la margen izquierda del río Percey. Nacía así Trevelin, nombre proveniente del galés (“Tre”: “pueblo”, “Velin”: “molino”) y quedaba atrás el nombre Colonia 16 de Octubre, que hasta entonces se le había dado al lugar.
La decadencia de la actividad del molino (instalaciones en las cuales hoy funciona un museo que puede visitarse) fue dada por el gobierno de Perón en 1949, al declarar la provincia de Chubut como zona no triguera y obligar así a los habitantes del lugar a dedicarse a otras actividades, como la ganadería.
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