Villa Carlos Paz, a orillas del lago.
El lugar tuvo como primeros habitantes a la raza nativa de los Comechingones, quienes dejaron sus huellas a orillas de ríos y arroyos. Los antiguos habitantes de estas tierras hablaban en su mayoría la lengua sanavirona, aunque también coexistían otros dialectos como el henia y camiare.
Vestían camisetas largas, y algunos rasgos poco habituales en la población indígena, que llamaron poderosamente la atención de los españoles, tales como la barba completa que ostentaban y la figura alta y espigada de sus integrantes.
Para subsistir se valían de la agricultura, la recolección de frutos, la ganadería y la caza. Vivían en chozas semisubterráneas, construidas sobre pozos al ras del suelo, con pequeñas entradas.
En el año 1573 llegó el conquistador español, quien dispuso la división de tierras y con ello también el reparto de indios.
En 1869, don Rudecindo Paz adquirió la estancia Santa Leocadia e inició la construcción del dique San Roque. A partir de 1904, su hijo Nicandro Paz quedó como único propietario de las tierras y con él se inició la expansión. La fundación formal de Villa Carlos Paz data de 1913, cuando don Carlos Nicandro Paz, encomendó su trazado al ingeniero Vázquez González.
La Villa está ubicada en el sector Sur del Valle de Punilla, junto al lago San Roque que en su momento fuera el más grande del mundo. El embalse producido inundó un amplio y verde valle quedando formado este magnífico lago, cuya existencia marcaría para siempre el destino de Villa Carlos Paz.
A fines del siglo XIX, las pujantes condiciones demográficas y el desarrollo de la producción agrícola-ganadera de la ciudad de Córdoba y su zona de influencia, exigieron la construcción de un sistema de provisión y distribución de agua potable, que contemplara las necesidades locales. Esto motivó que el por entonces gobernador de la Provincia, doctor Miguel Juárez Celman, encomendara a los ingenieros Carlos Cassaffousth y Eugenio Dumesnil, un estudio sobre las posibilidades hidrográficas de la zona, especialmente referidas al río Suquía, del que eran tributarios los ríos Cosquín y San Roque.
Las tareas comenzaron en marzo de 1884 y finalizaron en septiembre de 1886. Las conclusiones fueron que para satisfacer la necesidad de agua para la Capital, había que llevar a cabo cuatro obras fundamentales: un dique monumental; otro pequeño, en Mal Paso (actualmente el lugar se llama Dumesnil) y dos canales maestros para distribuir el agua en las sierras.
Las obras demandaron el continuo esfuerzo de más de 3.200 obreros, que en tres años terminaron el dique San Roque y por ende el lago, que fue inaugurado el 12 de abril de 1890 por el gobernador Miguel Juárez Celman.
Fué declarada ciudad el 16 de julio de 1964 y a partir de 1970 comenzó su esplendor como ciudad turística.
El 16 de julio se conmemora la fiesta patronal de la Virgen del Carmen.
En el año 1921 se radica en la zona el Dr. Enrique Zárate que inicia el primer emprendimiento urbanístico que llama Villa del Lago, construyendo sobre grandes espacios 10 magníficas residencias que aún sorprenden en nuestros días.
Con el correr del tiempo, hacia 1930, se fue produciendo la división de los campos a través de los herederos y comenzó de esta forma la llegada de capitales que iniciaron y la creación de loteos.
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