Y ya tenemos ganas de volver a pensar en otro viaje, aunque todavía estamos aquí.
Ushuaia es una ciudad realmente mágica donde el visitante puede encontrar todo lo que está buscando, tanto en invierno como durante los meses cálidos del verano.
Aprendimos las diferencias entre un centro de esquí de nivel Internacional como El Cerro Castor y las actividades que se desarrollan en los distintos centros invernales que logran atraer durante los meses del invierno a familias para divertirse con la nieve.
Motos de nieve, trineos tirados por perros huskies y alaskanos, caminatas con raquetas, esquí de fondo o alpino, son algunas de las principales actividades que pudimos vivir en la isla, durante nuestra estadía que ya está llegando a su fin.
La experiencia maravillosa de haber incorporado al Canal de Beagle, durante nuestros días vividos en la ciudad más austral del mundo, es otra de los tesoros que guardaremos hasta nuestra próxima visita.
Navegar por estos mares australes es algo de novela, capaz de trasladarnos a las historias de Julio Verne y su faro del fin del mundo, o empezar a entender los primeros tiempos de la isla de Tierra del Fuego bautizada de este modo por los distintos fogones que apreciaban los navegantes cuando se acercaban a tierra firme.
Por todo esto y mucho más es que no tenemos ganas de despedirnos de Ushuaia, una ciudad que se encuentra al final del planeta, como la bautizaron quienes hablan del fin del mundo, pero que a los locales les gusta citar con mucho acierto como "el principio de todo. Dónde todo comienza"
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www.welcomeargentina.com/ushuaia