13 Jun 2014 
por Pablo Etchevers 
Dicen las malas lenguas, que el Rey Juan Carlos ya lo sabía, por eso abdicó. Pero lo nuestro no es la política ni las cuestiones de los palacios, lo nuestro es el turismo.
Ubicada en el corredor del río Bermejo, Villa Unión es cabecera del departamento Coronel Felipe Varela. Se encuentra sobre la ruta nacional 76, a tres kilómetros de su intersección con la ruta nacional 40. Se la considera puerta de entrada alParque Nacional Talampaya y al Parque Provincial Ischigualasto; ambos sitios han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La ciudad ha cobrado importancia turística en los últimos años y como destino está en su ciclo de vida inicial. Afianzó su oferta gracias a espacios únicos situados a corta distancia, como la Cuesta de Miranda y la Reserva Provincial Laguna Brava, con excursiones que parten de la localidad en forma diaria.
Lo que caracteriza los alrededores de Villa Unión son sus áreas naturales menos conocidas, con estructuras geológicas que guardan similitud con las que se observan en el parque Talampaya. Si bien sus geoformas son de menor tamaño, su mayor antigüedad ofrece un valor extra.
El tono rojizo de sus cerros, formaciones rocosas y arenas del suelo se repiten en cada paseo. A ello se suman sus dunas, sus paisajes serranos con mil colores sólo interrumpidos por el silencio y los vientos, según la orientación del corredor.
Puntos cercanos a la ciudad son: Banda Florida, Anchumbil, Vallecito Encantado y Guandacol, los cuales pueden ser visitados ya sea por medio de trekking, cabalgatas o salidas en cuatriciclos. Todos ellos se realizan junto a guías especializados oriundos de la localidad.
La ciudad se ha preparado con alojamientos, restaurantes y servicios en todas sus categorías, y su gente atiende con amabilidad al recién llegado. Muchos jóvenes se han capacitado en las ciencias del turismo, con lo que se nota el interés por que su pueblo sea reconocido, apreciado y más que nada conocido en su totalidad.
Sus viñedos e increíbles vinos artesanales forman parte de las características riojanas tanto como sus dulces regionales y frutos secos.
