Su nombre rinde homenaje al Ing. César Cipolletti, de origen italiano, quien realizó diversos estudios sobre los ríos Colorado, Neuquén, Limay y Negro, que permitieron transformar estas tierras en un verdadero oasis. Sus chacras con cultivos de árboles frutales, entre los que se destacan las manzanas y las peras, la han hecho famosa en todo el país y el mundo.
"Cipo", como le dicen familiarmente sus habitantes, se encuentra separada de la capital de Neuquén por el encantador río Limay y sus aguas transparentes. En él, durante la temporada de pesca se extraen grandes truchas arcoiris y marrones.
Tranquila pero con sus propios ritmos, donde predominan actividades culturales y una vida social activa que se manifiesta en sus noches, Cipolletti tiene todo para agraciar a quien la visita por primera vez o a quien la adopta para vivir todo el año. Museos, entre los que se destaca el Carlos Ameghino, y otros puntos de interés brindan al visitante una idea general de la naturaleza y la historia que rodea esta región.
Una bella ciudad que invita a hacer un alto cuando el objetivo es seguir viaje hacia el resto de la Patagonia argentina.