La provincia de Salta está encantada, y a lo largo de toda su geografía armoniza de manera perfecta el altiplano, salares, valles y las yungas, logrando el turista disfrutar de distintos lugares todo el año.
A sus bellezas naturales le suma la cultura y diversidad de sus habitantes, llenos de tradiciones y costumbres que encandilan a todo aquel que la conoce.
Salta Capital es ideal para alojarse en ella y disfrutarla a toda hora. Museos, iglesias, edificios históricos, plazas con sus cafés y paseos varios nos permiten ver la influencia colonial, que se aprecia en la arquitectura y en uno de los cascos históricos más protegidos de Argentina.
Al oeste, la Cordillera de los Andes y la Puna, con su increíble viaducto La Polvorilla y el Tren de las Nubes. Al sur, los Valles Calchaquíes. Al norte, el Chaco Salteño, cuyos verdes interminables la asemejan a la mismísima selva misionera.
Única en paisajes, a cada sitio inigualable se suma su excelencia gastronómica que se manifiesta en sabores, colores y aromas propios de esta región del mundo. Aquí el "comino" es oro y tal es la bondad de los salteños que locros, tamales y empanadas tienen parte de este bello tesoro.
Desde la ciudad de Salta hacia el resto de la provincia las opciones también son paradisíacas: destinos cercanos como Cachi y Cafayate, o más lejanos como las Salinas Grandes y el camino hasta ellas, son excursiones conocidas ya mundialmente, y con los méritos suficientes para prolongar la estadía del turista por varios días más.
Conocé más sobre qué hacer en Salta Capital y en toda la provincia.