Cuando se habla "del Paraíso", muchos asocian enseguida su nombre con este lugar que nadie conoce y todos soñamos.
Es que Villa La Angostura tiene mucho de ello: su arquitectura de montaña seduce, al igual que sus establecimientos hoteleros entre los que se destacan hoteles boutique, cabañas y hosterías, que alcanzan las 3000 plazas y que año a año son desbordados por la cantidad de visitantes que se acercan aquí.
Con la proximidad del frío, todos comienzan a pensar en las primeras nevadas y así, lentamente, el Cerro Bayo empieza a ponerse blanco esperando ansioso la llegada de los miles de esquiadores que todos los años se dan cita en esta hermosa ciudad cordillerana, famosa también por su Bosque de Arrayanes y por la majestuosidad del interminable lago Nahuel Huapi.
Bosques y montañas van &cambiando su aspecto durante el otoño, desapareciendo los colores verdes y comenzando la mayoría de los árboles a volverse ocres, naranjas y aún rojos, hasta que la llegada del invierno se encarga de agrisarlos.
Y si de caminar se trata, "Villa" es perfecta para ello. Senderos por el bosque, atravesando montañas y descubriendo lagos y ríos, dejan maravillados a todos, logrando que cada visitante no sólo quiera volver, sino que afirme haber encontrado lo que estaba buscando: El Paraíso.
Por todo esto, esta temporada otoño-invierno resulta ideal para emprender un viaje a Villa La Angostura.