Chacras de Coria
Se hizo famosa en los últimos años por el crecimiento de su gastronomía. El excelente nivel de sus restaurantes, muchos de ellos del tipo internacional, a los que se suman sus incomparables vinos y un público que repite la salida todos los fines de semana, hacen de esta pequeña localidad un imperdible mendocino.
Luján de Cuyo
Su fama bodeguera llegó a través de sus malbec a todo el mundo. Los inmigrantes pioneros que llegaron a la provincia se instalaron en esta zona, y desde aquí lograron hacer crecer la industria vitivinícola que conocemos hoy. A esta tradición, Luján de Cuyo suma restaurantes y paseos típicos para ser disfrutados en familia y conocer así una de las regiones productivas más importantes de la Argentina.
Maipú
Muchos asocian a esta pequeña urbe de Mendoza con el moderno Complejo Arena Maipú y con el majestuoso Hotel Esplendor. Pero Maipú es mucho más. A su tradición bodeguera suma una nueva atracción: la Ruta del Olivo. Es que las aceitunas (negras, verdes y griegas) y todos sus derivados forman ahora parte de un tour recreativo y gastronómico que une establecimientos en torno a este pequeño tesoro. Mientras prueba aceitunas y aceites, el visitante puede también almorzar en pequeños restaurantes ubicados en las mismas fincas productoras: un placer divino.
Potrerillos
Un poco más lejos de la capital se encuentra Potrerillos. Esta bella localidad fue pensada como una villa de verano o fin de semana para los mendocinos, pero en las últimas décadas muchos han comenzado a elegirla para vivir todo el año. Con un potencial enorme para el turismo, Potrerillos se ha convertido en una de las localidades más interesantes para el turismo que tiene la provincia, a tan sólo 70 kilómetros de la ciudad de Mendoza.