Enclavada en un hermoso valle de las Sierras Chicas, en la región que los comechingones llamaban Paravachasca, Alta Gracia luce la reputación de ser uno de los centros turísticos más importantes de la región. Ubicada a escasos kilómetros de la ciudad de Córdoba, posee un excelente y benigno clima que la convirtió en destino elegido por las personas que desean descansar mientras contemplan un maravilloso entorno natural.
El origen de Alta Gracia se remonta a la época de la colonización española, cuando se erigió en la región una estancia jesuítica que, con el trascurso de los años, quedó dentro del mismo casco urbano, otorgándole a éste un aire romántico y espiritual. El visitante se deja encantar por la bella arquitectura de la Iglesia Parroquial de estilo barroco, por el Obraje (otra construcción Jesuítica) o por la vieja casona del Virrey Liniers que contiene mobiliario y objetos de la época, entre otros.
Los más aventureros realizan actividades en las playas de los balnearios atravesados por ríos o arroyos: mountain bike, senderismo, cabalgatas, paracaidismo o caza y pesca en pleno contacto con el puro medio ambiente.
En Alta Gracia la cálida y dispuesta atención de sus habitantes está a la espera de los turistas para brindarles su tradicional y exquisita hospitalidad. Desde aquí también pueden visitarse ciudades cercanas como Río Cuarto, Calamuchita, Villa El Dique, Villa General Belgrano o La Cumbrecita