A mediados de abril de cada año, Camarones se vuelve el centro de atención de los pescadores que vienen de lejos para participar de la Fiesta Nacional del Salmón. Nació como deporte y fue convirtiéndose en un evento turístico por la gran cantidad de público que recibe.
Los puntos culminantes de este encuentro son el concurso de pesca de altura, el de la costa y los espectáculos nocturnos, que incluyen la elección de la reina. El cierre consiste en un Gran Chupín, almuerzo popular que se lleva a cabo en la tercera y última jornada, sin cargo. Durante la entrega de premios, las anécdotas de los pescadores se suceden unas a otras y pasan a formar parte del historial de la fiesta.
Recorrimos el pueblo para vivir este desafío que propone la visita a los caladeros de salmón, donde se suelen encontrar ejemplares de gran tamaño. Muchas embarcaciones se hacen a la mar para participar de la competencia, mientras las extensas playas, en especial la Honda, se cubren de cientos de cañas ansiosas por obtener una pieza de buen tamaño.
El pique se logra luego de una buena elección de los señuelos que son necesarios para cada caso. Algunos imitan el movimiento de los peces vivos, son comunes los spinner, las cucharas y los plug. También es común el uso de huevos de salmón, anchoas y arenques.