La nueva ciudad tiene como principal protagonista su
Complejo de Termas, donde las aguas calientes mineromedicinales se encargan de convocar todos los días del año a visitantes de todas las edades.
La Plaza de la Libertad, en el centro de la ciudad, es el lugar elegido por las distintas generaciones para encontrarse.
Pero también es posible volver a la "vieja ciudad". Sólo basta con cruzar el puente que la separa de la ciudad nueva, caminando o en automóvil, para ver cómo era todo antes de que existiera el actual lago Salto Grande, que dejó sumergida gran parte de lo que era la vieja Federación.
Hacia allí, también parten catamaranes que navegan el lago por encima de la vieja ciudad que quedó bajo las aguas, mostrando al visitante algunas construcciones que apenas sobresalen en superficie.
Federación, una ciudad donde el pasado y el presente conviven en cada uno de los rincones y donde desde hace un tiempo el agua termal se ha encargado de traer la alegría que espera al visitante para ofrecerle una calurosa bienvenida.