City tour por Gualeguay

El punto de inicio de nuestro recorrido por Gualeguay es la plaza Constitución. Situada entre las calles San Antonio, Morán, Caseros y 1º de Mayo, abarca cuatro manzanas de cuidados jardines y fue cuna del nacimiento de la ciudad.

Cruzamos la calle y nos dirigimos a la iglesia San Antonio; se trata de bella construcción de estilo neoclásico italiano que fue inaugurada en 1882. En su interior, en forma de cruz latina, reconocemos columnas de estilo dórico, magníficos frescos y un altar mayor construido con mármol de Carrara y onix.


Las armas de la Confederación

Por la misma calle San Antonio, a siete cuadras de la iglesia, llegamos a una hermosa casona de pintoresca fachada en la que reside el Museo Histórico Regional Juan B. Ambrosetti, bautizado en honor al famoso arqueólogo oriundo de esta ciudad.

En su interior se exhibe una colección de armas de la época de la Confederación, retratos y sellos en lacre pertenecientes al general Urquiza y otros objetos de valor histórico provincial y nacional.

Desde el museo, nos dirigimos en automóvil hasta la estación del ferrocarril. Allí vemos, resguardada por un templete, a “La Solís”, una vieja locomotora a vapor, muda testigo de un pasado de bonanza.

Volvemos al auto y, tras unas diez cuadras, ya junto al río Gualeguay que atraviesa la ciudad y divide en dos la provincia de Entre Ríos, llegamos a las frondosas sombras del parque Intendente Quintana. Con doce hectáreas arboladas, juegos infantiles y un anfiteatro, es el lugar preferido por los “gualeyos” para pasar el día durante la primavera y el verano.


La ciudad con el nombre de un río

Nacida a golpes de hacha de los primeros pobladores que desbrozaron las selvas ribereñas y establecieron sus viviendas cerca del magnánimo río, en Gualeguay la costa es el lugar preferido para los momentos de esparcimiento y las actividades recreativas. Hay muchos balnearios y descansos a muy poca distancia de la ciudad y en general se caracterizan por su limpieza y sus arenas muy blancas.

Puede destacarse el balneario privado Arenas, que tiene bar, confitería, pileta, bungalows y espacio para actividades como fútbol, voleibol y tenis. También son muy agradables el balneario Alonso, con todos los servicios, y el balneario La Balsa, muy tranquilo y apartado, ideal para darse un respiro en contacto con la naturaleza.

Después de recorrer 9 kilómetros por la ruta provincial Nº 136, llegamos a Puerto Ruiz. Conserva aún intactos sus muelles y galpones, fue uno de los principales puertos entrerrianos. Es un lugar estratégico para los amantes de la pesca.

Un vendedor de carnada nos cuenta que desde allí es posible embarcarse hasta la boca del Gualeguay —el punto donde este río se encuentra con el Paraná Pavón—donde, según nuestro amigo, “se sacan unos dorados que dan miedo”.

Ya de vuelta y enamorados de este natural y apacible lugar, esperamos poder regresar para los festejos del carnaval en verano, que es cuando la cálida gente de esta ciudad muestra toda su amabilidad y las calles se visten de fiesta, de colores, de alegría.