Rolito, aires de estancia fueguina

El emprendimiento familiar Rolito conserva su tradición de campo dedicado a las ovejas y ha sido pionera en abrir sus puertas al turismo de estancias.

“¿Quieren conocer lo de Annie?” Ante nuestra consulta, obtuvimos una amable explicación de cómo llegar a la estancia Rolito, en la que Annie Luna y su familia son famosos por el buen trato ofrecido a sus huéspedes.

A nuestra llegada, Annie y su hija Ana nos estaban esperando con unos gustosos mates y especialidades dulces recién horneadas que disfrutamos junto a la cocina económica. Nuestras anfitrionas fueron tan cálidas en su recibimiento como la ambientación de la casona de amplios ventanales con vista al parque.

Annie había comenzado a preparar el almuerzo y mientras revolvía sus cacerolas nos contó que su abuelo Sebastián Luna se estableció en la zona en 1927. Su primera casa la construyó con madera en la estancia San Pablo y a los dos años instaló a su esposa e hijo Rodolfo, conocido por el resto de la familia como Rolito y quien le diera el nombre definitivo a la estancia.

Ambos hombres eran odontólogos y dejaron su profesión para dedicarse a la cría de ganado ovino, propio de los campos fueguinos. La crianza de bovinos es una actividad más reciente en este establecimiento.

  • Estancia fueguina

    Estancia fueguina

  • La cocina económica

    La cocina económica

  • Campo dedicado a las ovejas

    Campo dedicado a las ovejas

  • Postal de puro invierno

    Postal de puro invierno

  • Acogedor

    Acogedor

Nos pareció fantástico saber que la casa del capataz y el galpón de esquila son piezas originales del casco de la estancia. Algunas edificaciones fueron construidas nuevamente luego de un incendio pero no perdieron el estilo de campo fueguino.

Cuando llegó José, el marido de Annie, nos invitó a conocer el predio y algo de las muchas actividades que se llevaban a cabo en ese momento. Matizamos la caminata con un cielo variable y bastante viento, típico de la zona de transición entre la estepa y el bosque de montaña.


Verdes añejos

Avanzamos en camioneta y atravesamos varias tranqueras hasta dar con un bosque de lengas centenarias dejando atrás la zona despejada para internarnos en un corredor verde con aroma a menta silvestre y canto de infinidad de pájaros que habitaban en las ramas.

Hicimos una breve caminata por debajo de ese follaje leve y sonoro. Mientras observábamos sus troncos arrugados que se inclinan hacia la luz solar, nos dejamos llevar por la fragancia que emanaba del bosque. José nos contó que casi no se pisa, ya que los animales van hacia la veranada por otro camino.

Cuando regresábamos hacia de casco de la estancia, pasamos por el galpón de esquila en el que se apilaban fardos de lana de primer corte y conocimos el laboratorio de inseminación artificial. José, como técnico, maneja la producción lanar.

El aroma de la parrilla terminó de abrirnos el apetito y Annie nos invitó a reunirnos con otros visitantes franceses para almorzar. Junto al excelente almuerzo disfrutamos de las historias de campo y de viajeros que hicieron de la sobremesa un momento inolvidable.

Nosotros debíamos continuar con el viaje y al despedirnos de Annie y José prometimos regresar con más tiempo y les agradecimos la amabilidad y la sencillez con que habíamos sido recibidos. Tierra del Fuego y la estancia Rolito nos tendrán en el futuro como fieles turistas que recordarán por siempre esta visita.

Autor Mónica Pons Fotografo Secretaría de Turismo de Ushuaia

Tipo de tourTipo de tour: Turismo rural
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