A dos horas, el Paraíso se llama Garibaldi

Paraná arriba espera un tesoro convertido en restaurante donde el litoral se viste de fiesta en cada plato, y donde la fama de ostentar “las mejores empanadas de pescado del mundo” es cierta.

La Paz es una ciudad hermosa por dónde se la mire y lentamente comienza a recuperar la belleza y fama bien ganada que durante años la embanderaron como “la perla del Paraná”, tanto por su sitios naturales, por sus grandes dorados y surubíes, por sus manifestaciones culturales como por la simpatía de sus habitantes quienes todos los días del año miran y disfrutan del río que tienen frente.

Llegar a ella es fácil, tanto desde la ciudad de Santa Fe como de su vecina Paraná. Solo hay que tomar la ruta nacional N°12 y transitar los no más de 180 kilómetros en los que se van sucediendo pequeñas urbes como Cerrito, Hasenkamp, Hernandarias, Piedras Blancas y Santa Elena, hasta llegar a una rotonda cuyo arco de acceso se vuelve inconfundible: es la entrada a La Paz.

Entre los atractivos turísticos que el visitante puede disfrutar aparecen el puerto y la costanera local, pero es en sí misma toda la ciudad la gran protagonista en cada visita turística, ya que la misma guarda alrededor de su plaza principal distintos rincones dónde la historia ha dejado su huella imborrable.

  • Las empanadas de pescado son imbatibles

    Las empanadas de pescado son imbatibles

  • Los mejores pescados de río

    Los mejores pescados de río

  • En Garibaldi se respiran aromas únicos

    En Garibaldi se respiran aromas únicos

  • Las pastas no se quedan atrás

    Las pastas no se quedan atrás

  • Recetas y secretos para cocinar distinto

    Recetas y secretos para cocinar distinto

  • Agasajar al comensal

    Agasajar al comensal

Garibaldi, el restaurante Garibaldi, es uno de estos sitios imperdibles que merece en sí mismo una visita.

Basta con mencionar su nombre para que cualquier paceño nos indique como llegar a él. “Al lado del hotel La Cautiva”, “Antes del puente blanco”, “donde flamea la bandera amarilla” y todas las indicaciones resultan verdaderas, porque Garibaldi es todo eso, y a simple vista parece un barco que espera el momento exacto de que el arroyo Cabayú Cuatía aumente su caudal para levar anclas y echarse a navegar al Paraná.

Cacho Carranza, su propietario junto a su fiel compañera Paquita Fresoli, y sus irremplazables mozos se encargan todos los mediodías y noches del año de agasajar al comensal no solo con los platos más exquisitos del litoral argentino sino también con un repertorio de las anécdotas más destacadas de esta parte del río Paraná.

Porque además de cuentos increíbles y de combates interminables, de encuentros de guerra, pasión y de amor, en Garibaldi se respiran aromas únicos y se explican recetas y secretos para cocinar distinto, con esa sabiduría que logra un cheff para que un plato sea recordado en la memoria de quién lo pide durante años, por sus sabores perfectos, por su aroma inolvidable.

Las empanadas de pescado son imbatibles, y guardan con su forma de pez una estética hoy famosa en en toda la ciudad.

Para quienes gustan de la carne, la parrilla y el matambre tiernizado Garibaldi es otro de los orgullos de la casa, una combinación perfecta en donde la panceta, la cebolla, la muzarella y los morrones luchan entre sí por ganar el paladar del comensal en el primer bocado.

Las pastas no se quedan atrás, y combinarlas con pescado es otro de los grandes logros de Garibaldi, un ejemplo, los panzottis de surubí con salsas a elección y los raviolones de osobuco (los preferidos del gaucho entrerriano), que junto a un buen vino tinto dan lugar a que la sobremesa no termine nunca.

Si hablamos de pescado, vale recordar que varios e importantes cocineros de Buenos Aires y de Puerto Iguazú, han aseverado que en Garibaldi han probado los mejores pescados de río de los que un sibarita tenga memoria. Para muestra basta un botón, dice el famoso dicho popular: pruebe el brochette de pescado y luego pídale a Cacho que le cuente quién fue Garibaldi, y que más puede visitar en La Paz.

El postre es simplemente un abrazo de amigos; sambayón con nueces, natilla paceña, mouse de chocolate, flan caseros y copas heladas lujuriosas, como para que en la vuelta a casa sea perdure el tesoro encontrado en la siempre bella ciudad de La Paz, Entre Ríos.


Cuenta la historia

…que mientras que en Italia buscaba la unificación, en Sudamérica buscaba la fragmentación de las antiguas colonias. Garibaldi entró en el cuerpo de revolucionarios de La joven Europa. Durante esta época tuvo como amantes a Manuela de Paula Ferreira, sobrina de Bento Gonçalves da Silva, y Ana María de Jesús Ribeiro, llamada después Anita Garibaldi. En 1841 estuvo en Uruguay, donde tenía lugar la guerra entre Manuel Oribe, apoyado por el gobierno de Buenos Aires del gobernador Juan Manuel de Rosas, y el gobierno de Fructuoso Rivera instalado en Montevideo. Declarada en diciembre de 1838, la denominada Guerra Grande se desarrolló desde 1838 hasta 1851. El gobierno de Oribe estaba en las afueras de Montevideo, en el barrio que hoy se denomina la Unión, a la espera del momento justo y oportuno para tomar la ciudad. En Montevideo se encuentra el Museo Casa de José Garibaldi, instalado en la casa donde residieron él y su familia durante ese tiempo. Garibaldi, radicado por esos años en Montevideo, además de su actividad revolucionaria, daba clases de matemáticas e ingresó en la Logia Masónica "Les Amis de la Patrie". Para esos años, la Liga Italiana dirigida por Garibaldi poseía un total de 600 hombres, al mismo tiempo que en el Río de la Plata operaba la flota de la Confederación, al mando del almirante Guillermo Brown, que intentaba bloquear el puerto de Montevideo. La flota armada por el gobierno de Montevideo, comandada por el Comodoro Juan Coe, había sido destruida. En 1842, el gobierno de Montevideo designó a Garibaldi como sustituto de Coe. Al mando de la flota, libró el 16 de agosto de 1842 un combate naval en el río Paraná en una sección del río llamada Costa Brava, denominándose así el enfrentamiento el Combate de Costa Brava cerca de las localidades de La Paz, Entre Ríos y Esquina, Provincia de Corrientes Argentina. Las naves comandadas por Garibaldi fueron derrotadas por las fuerzas de Brown. Después de sufrir fuertes pérdidas, Garibaldi escapó. Años más tarde, y dejando de lado su fama de “saqueador”, Europa va a encontrar a un hombre maduro, cuya proeza principal le guardará en la historia un lugar de gloria; la unificación de su amada Italia.

Autor Pablo Etchevers Fotografo Pablo Etchevers

Contacto de la excursión o paseo


Garibaldi

Azcuénaga 700, La Paz, Entre Ríos, Agentina

Celular Celular: +54 3437-425109

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