Estos deportes llevados a sus puntos más álgidos, son considerados de turismo aventura por excelencia. El esquí extremo y el snowboard dejan entrever un grado de peligrosidad superior a los de las pistas normales y corrientes.
El esquí extremo consiste en bajar por una montaña bastante inclinada y con un terreno abrupto, sólo con los esquís.
Las personas que realizan esta actividad se encuentran con la dificultad que el terreno no está limpio, por ende deben llevar al máximo la técnica, dándole prioridad a la seguridad y no tanto a la velocidad del descenso.
El esquí extremo se desarrolla en la montaña, fuera del dominio de las estaciones de esquí, por ende se necesita conocer el medio, los tipos de nieves vírgenes, la meteorología y las técnicas del andinismo.
Los que desean descubrir nuevas sensaciones divirtiéndose en la nieve polvo, pueden incursionar en el snowboard. Para efectuar esta actividad no es necesario saber esquiar, esta especialidad requiere de movimientos completamente distintos, sencillos y fácil de aprender.
Al igual que en el esquí extremo, se puede elegir el lugar por donde se quiere ir; además ofrece la posibilidad de realizar saltos y caídas libres que asombran a cualquier espectador, proporcionando un gran espectáculo.
La mejor manera de llevar a cabo estos deportes, es practicando con periodicidad para mejorar la técnica y exigiéndose sólo hasta donde dé el cuerpo.