Paso a paso

Recorrer las calles de San Luis implica, entre otras cosas, transitar por una ciudad que entremezcla un valioso y singular patrimonio histórico arquitectónico con servicios de primer nivel, que satisfacen al turista más exigente.

Si bien conserva la fisonomía tradicional del estilo colonial, con casonas, amplias residencias, marquesinas y soleados patios, posee un eminente espíritu progresista y pujante que ofrece atractivos, historias y excelentes prestaciones que hacen que el visitante disfrute de las riquezas de la ciudad.
    

Calles con historia
    
Caminamos por sus amplias calles y avenidas intentando redescubrir la historia del lugar. Como siempre, partimos desde su plaza principal, bautizada con el nombre de “Juan Pascual Pringles”, en honor al máximo héroe libertador puntano. La denominación de “puntanos” otorgada a sus habitantes proviene de la ubicación de la ciudad, al pie de las sierras de San Luis, en un extremo llamado “Punta de los Venados”.

La ciudad fue fundada por Luis Jofré el 25 de Agosto de 1594, como hito y parada en el camino entre Santiago de Chile y Buenos Aires. Recibió el nombre de San Luis de Loyola Nueva Medina de Río Seco, en honor a San Luis Rey de Francia, a don Martín García Oñez de Loyola, capitán General de Chile, y en conmemoración del pueblo natal del padre del fundador, en Valladolid, España.
    
Frente a la plaza, entre las calles Junín y San Martín, encontramos el Colegio Nacional “Juan Crisóstomo Lafinur”, construido en 1869 y declarado patrimonio cultural. Fue construido siguiendo un estilo arquitectónico Liberty, con aplicaciones de Art Noveau.
Del otro lado de la plaza, entre las calles Junín y Rivadavia, alcanzamos a ver la Escuela Normal de Niñas “Paula D. de Bazán”, que fue construida a fines de siglo XIX. Posee amplios patios y una importante arboleda en su interior.

Siguiendo por Rivadavia, y siempre frente a la plaza principal, se alza imponente la iglesia catedral. Este ícono y excepcional testimonio arquitectónico neoclásico fue iniciado en 1883 y finalizado en 1944. En su exterior domina un frontispicio triangular sostenido por seis columnas corintias, que representa momentos en la vida de San Luis Rey de Francia, santo patrono de la provincia. Su interior es una visita impostergable.
Luego de recorrer el templo nos dirigimos por las calles Colón y Belgrano y pasamos frente al actual Consejo Deliberante. Esta antigua casona de concepción italianizante fue la primera vivienda de dos plantas que se edificó en toda la provincia.
    

Ciudad capital
    
El bullicio de los autos, los semáforos y el vertiginoso ir y venir de la gente nos recordó una vez más que estábamos en la capital de la provincia. De la calle Colón doblamos sobre Ayacucho hasta Rivadavia, bajamos dos cuadras más hasta la calle 9 de Julio para visitar la plaza Independencia, antigua plaza mayor de la ciudad colonial. Frente a ella un imponente edificio palaciego nos robó inteligentemente la atención. Se trata de la Casa de Gobierno, construida en el año 1913 con fachadas historicistas muy ornamentadas y grandes patios.

Finalmente, del otro lado de la plaza Independencia, encontramos el antiguo Convento de Santo Domingo, construido en la última década del siglo XVIII. Es considerado monumento histórico nacional y, por otro lado, es el edificio más antiguo de la ciudad. En su exterior se destaca una imponente puerta de algarrobo.
    
De este modo realizamos el tradicional paseo peatonal de la ciudad. Recorrimos sus amplias calles y veredas angostas, donde una intensa actividad comercial, financiera, cultural y recreativa se animan a jugar con los edificios de principios de siglo XVIII, conformando una síntesis de modernidad y tradición. Los invitamos a realizar el mismo recorrido.