Un recorrido que permite conocer pintorescas poblaciones, hermosos paisajes serranos, monumentales obras de ingeniería y emotivos monumentos históricos, en un viaje de medio día.
Desde el centro de la ciudad de San Luis partimos con rumbo este por la Ruta Provincial 20, uno de los caminos más fascinantes de la provincia, no sólo por los atractivos que se presentan a cada instante, sino también por su excelente asfaltado. Nos esperan 45 zigzagueantes kilómetros hasta el Embalse la Florida.
Tras transitar los primeros ocho kilómetros por esta privilegiada zona turística, nos encontramos con el poblado Juana Koslay, que posee un área de servicios con parrillas, restaurantes, estación de servicio y supermercado, además de un importante complejo polideportivo –Ave Fénix– con instalaciones que se prestan para eventos tales como recitales, convenciones y congresos, además de deportes.
La ruta por la que venimos transitando se abre en dos caminos, para transformarse en una vertiginosa autopista de una sola mano.
Aprovechamos que no transita casi nadie por la misma para adquirir mayor velocidad y pasar por alto los poblados de Potrero de los Funes, Volcán y Trapiche, donde nos detendremos de regreso, ya que la ansiedad por llegar al dique La Florida se apodera de nosotros.
A la vera del camino se logra apreciar un extenso campo de trigo recién cosechado que se pierde en la línea del horizonte. Al otro lado, las primeras estribaciones de las sierras de los Comechingones indican que avanzamos en dirección noreste.
Un lugar para el descanso
Casi sin darnos cuenta recorremos 45 km hasta el dique La Florida, donde se emplaza un hermoso espejo de agua con una superficie de 700 has inundadas por los ríos Grande y Trapiche.
Este embalse fue construido en el año 1950 con el objetivo de proveer de agua potable a la ciudad de San Luis. Posee dos muros de contención de 45 m de alto. Sobre sus márgenes, numerosos aficionados a las actividades náuticas se dan cita para disfrutar de la amplia oferta de pesca, buceo, windsurf y natación.
El dique La Florida ofrece toda la infraestructura para el desarrollo de un turismo de alto nivel, pudiendo pasar momentos inolvidables en los campings o bungalows que circundan la reserva florofaunística.
Luego de unos minutos de contemplación emprendemos la vuelta, ahora sí, para detenernos en las vistosas villas veraniegas que habíamos sorteado.
El Trapiche presenta una excelente opción para las vacaciones en familia, por contar con cálidas hosterías para alojarnos y numerosas alternativas turísticas de acuerdo a la edad de los visitantes.
Este hermoso paraje fue asiento de una pequeña población que construyó un molino o “trapiche” –de allí su nombre– para pulverizar las piedras extraídas de la mina La Carolina –al norte de la localidad– y de ese modo obtener las preciadas pepitas de oro, a fines del siglo XVI.
Luego de recorrer unos pocos kilómetros en dirección a la capital puntana, nos detenemos en El Volcán, otra tranquila villa veraniega que es cruzada por el río homónimo de aguas tranquilas y eternas, que chocan contra las rocas invitándonos a relajarnos mientras la suave brisa sanluiseña acaricia nuestros rostros.
Este turístico sitio cuenta con numerosos establecimientos hoteleros, casas de alquiler y locales gastronómicos que, conjuntamente con el balneario principal La Hoya, lo posicionan como un centro turístico ideal para ser visitado durante el período de verano.
Escondido entre las rocas
Más adelante, tras cruzar la angosta Quebrada de los Cóndores, sus sinuosidades con grandes paredones naturales y tupida vegetación nos marcan el rumbo hacia Potrero de los Funes, con su característico Hotel Internacional y su majestuoso dique de contención, marco suficiente para disfrutar de un merecido descanso.
Muy despacio, transitamos por los alrededores del pintoresco poblado para reparar en las pequeñas construcciones, como la Capilla de San Cayetano, la Municipalidad y la Comisaría, entre otras.
Tenemos la oportunidad de bajar del transfer y subir al Mirador del Cóndor para obtener una inolvidable vista panorámica del lugar, realmente impactante.
Finalmente nos dirigimos hacia la capital provincial, pero antes paramos en el Monumento al Pueblo Puntano de la Independencia, donde se rinde homenaje a los hijos de estas tierras que apoyaron con sus vidas la Campaña Libertadora al mando del General Don José de San Martín.
Al recorrer el interior del predio vemos el "templete de las reliquias" en su parte inferior, donde se guardan objetos utilizados por Pringles, el "Gran Granadero Puntano", mientras que en la parte superior se encuentra la "Gloria" del monumento.