El puerto de
Villa La Angostura es el punto de partida de una caminata energizante durante la cual miles de sensaciones acompañan el esfuerzo corporal.
A lo largo del sendero que recorre de norte a sur la península Quetrihué en medio de bosques espléndidos se disfruta del perfume del ambiente, de sus miradores al lago Nahuel Huapi y de una tranquilidad única.
Sólo al inicio del recorrido es necesario salvar algunos desniveles y troncos caídos para luego seguir caminando sin dificultades. Hay que tener claro que son 12 kilómetros de distancia hasta el bosque de arrayanes y que se debe tener en cuenta de qué manera hemos de regresar. Es habitual utilizar alguna de las excursiones lacustres para que la vuelta sea distinta y más distendida.
Una vez en destino, el premio consiste en dejarse llevar por esa atmósfera dorada que rodea los ejemplares de arrayán con su piel canela, su gran porte y por esa sombra y humedad del entorno.
Siempre es más prudente consultar en la oficina de turismo antes de la salida cuál es el mejor horario y, como todos los caminantes saben, es necesario llevar agua, algún
snack o chocolates en la mochila para los momentos de descanso. La magia del bosque hace el resto.
Texto: Mónica Pons
Foto: Eduardo Epifanio