La producción de estos pimientos se encuentra en manos de pequeños productores que, al igual que sus antepasados, realizan el secado del pimiento de manera artesanal, al sol. Luego los entregan ya listos para la molienda y comercialización, que en la mayoría de los casos incluye producir el pimentón dulce que consumimos en la Argentina, aunque mucho también se exporta al mundo.
En la última década, la prohibición de colorantes sintéticos y el aumento en los costos de producción afectó a países tradicionalmente productores, por ejemplo a la mismísima España, y esto generó una oportunidad local que está siendo aprovechada.
En los alrededores de Cachi y en los pueblos vecinos, resulta un atractivo turístico en sí mismo observar los campos totalmente teñidos de rojo por la presencia de estos pimientos secándose al sol. Un rojo furioso que se apodera de la visual del visitante logrando que quién recorra la región siempre haga un alto para tomar fotografías o para disfrutar de estas vistas panorámicas irrepetibles. Nos permite, además, ponernos en contacto directo con los pobladores locales, siendo una excusa perfecta para hablar con ellos.
Las zonas áridas se vuelven ideales para este tipo de pimientos y la gran luminosidad de estos lugares ayuda a la tonalidad uniforme del producto. La cosecha se realiza en forma manual, cuando el pimiento se encuentra de un color totalmente rojo y esto ocurre durante los meses de marzo, abril y mayo. Luego de este momento comienza el gran espectáculo, al que ya varias agencias de turismo salteñas han comenzado a incorporar en su agenda como "el pimiento tour" o "el red tour" , ganando cada vez nuevos visitantes.
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