Conocida como "la Ciudad Feliz", Mar del Plata es mucho más que un destino de verano. Incluso para los que viven allí todo el año, la "Perla del Atlántico" como se la conocíó durante décadas, no deja de sorprender todo el tiempo.
Sencilla por momentos pero glamorosa a la vez, posee dentro de sus encantos algunos lugares que la hacen única y que logra que vuelvan a ellos quienes han tenido el agrado de haberlos disfrutado alguna vez: uno de estos sitios es el Puerto de Mar del Plata, famoso por sus lobos marinos, sus pescadores y por supuesto, por sus inigualables "carritos de mar"
Semana Santa resulta una excusa ideal para ir a visitarla otra vez. Ir a visitar amigos, familiares e incluso tomarse un respiro logran trasladarnos a sus lugares y paseos más destacados de esta urbe marina.
De día, la famosa plaza Colón, el Casino Provincial, la rambla, el Torreón del Monje, el barrio Los Troncos y Punta Mogotes.
Por la noche, sus pubs, discos, bingos y el famoso Casino de Mar del Plata están preparados para recibir a los clientes más exigentes.
Pero es "el Puerto" el lugar que para muchos resume a la perfección el sentir marplatense. El mar calmo, los lobos marinos esperando que alguién les arroje un bocado, los pescadores que vuelven con sus redes y barcazas, los turistas que con cara de extrañamiento observan todo,,,,y allí, dentro de cada restaurante, decenas de hombres y mujeres le dan vida al ritual de preparar los mejores platos del mar que se tenga conocimiento.
Por todo esto, mañana Viernes Santo, yo parto para Mar del Plata.