El río Paraná es el destino obligado para los amantes de la pesca con mosca que buscan apresar algún dorado. De la mano de Iguazú Anglers, se puede disfrutar de una completa salida de pesca a bordo del lodge flotante “Paraná Gypsy”.
Entre los meses de enero y octubre, el río Paraná se transforma en el destino obligado para los pescadores del dorado. Este pez de color oro es una de las presas deportivas que más lucha ofrece en el agua y, casi por obligación, se encuentra encabezando la lista de todo buen pescador con mosca.
Por esta razón, la empresa Iguazú Anglers, que cuenta con más de veinte años de experiencia en el rubro de la pesca deportiva, invita a los pescadores atraídos por estas especies a participar de un relajado programa a lo largo de 720 kilómetros de aguas adentro del Paraná.
La pesca en el Paraná
La pesca del dorado generalmente se realiza en canales parecidos a arroyos que cruzan el delta de este río gigante. El dorado es la gran presa deportiva, podría describirse como una cruza de salmón y bull terrier.
Para realizar esta excursión de pesca, Iguazú Anglers pone a disposición al lodge flotante Paraná Gypsy, una embarcación de 21 metros de eslora, con triple cubierta, que posee las comodidades de un complejo cinco estrellas. Tiene aire acondicionado y una capacidad máxima para 6 personas. El Paraná Gypsy cuenta con cuatro cómodos camarotes, todos con baño privado, un amplio salón comedor con grandes ventanales y una cubierta equipada con reposeras para tomar sol, lo que lo transforma en el sitio ideal para disfrutar de esta experiencia de pesca. A la hora de comer, la gastronomía en el Gypsy es simple pero sabrosa. Capáz de satisfacer al paladar más exigente, todos los platos son acompañados con vinos finos de reconocidas bodegas argentinas.
Es un pez que posee los hábitos de caza de la trucha y merodea cerca de diferentes estructuras tales como troncos hundidos y márgenes socavadas. El dorado también suele picar con moscas de superficie, Bombers y Poppers, que resultan muy efectivas, por lo que la pesca es sumamente entretenida e interesante. A la hora del pique se desata una dura pelea entre el pescador y el pescado, que sin exagerar deja exhaustos a ambos contendientes. Una vez que se atrapa el ejemplar, el dorado se eleva en el aire exhibiendo sus hermosas escamas doradas que brillan con el sol.
La mayoría de las piezas atrapadas con mosca pesan entre 3 y 5 kilos. Cualquiera sea el tamaño, siempre están dispuestas a picar con una mosca de superficie.
La zona que atraviesa el Paraná Gypsy en esta clase de excursiones es subtropical y presenta una abundante vida silvestre. Cientos de especies de aves pueblan la vegetación exuberante a lo largo de los arroyos donde se pesca. Por momentos, en el silencio de la selva paranaense, se escuchan los gritos de los monos carayá en busca de sus hembras.
Kilómetros y kilómetros de costas zigzagueantes se extienden a lo largo del poderoso Paraná que, ansioso, aguarda la visita de los amantes de la pesca deportiva. Iguazú Anglers conoce bien estas aguas y espera llevarlos a los mejores puntos disponibles de este inmenso río.