El Paseo del Bosque

El Paseo del Bosque es un hechizo de la naturaleza en medio de una ciudad que nunca duerme. Su extensa arboleda es la invitación perfecta para animarse a escribir el manual del buen ocioso.

En un primer momento, nuestros ojos se vuelven verdes mientras tratan de buscar sus límites geográficos. Muchos nos han hablado de él y hoy, al estar allí, comenzamos a entender buena parte de sus mitos y leyendas.

El predio verde más extenso de La Plata está emplazado donde antiguamente se hallaban los bañados de la estancia Martín Iraola. Fue fundado el 5 de junio de 1882, cuatro meses antes que la ciudad de la que es parte.

El diseño de la ciudad parece haberse hecho sobre un tablero de ajedrez, en cuyo eje central se halla la mayoría de los edificios públicos. En los extremos de ese eje fueron ubicados dos pulmones verdes. Entre las calles 50, 54, 21 y 27, está el parque San Martín. En el margen opuesto, entre las calles 50, 60, 115 y 120, podemos disfrutar del Paseo del Bosque.

  • Un lago artificial con botes de alquiler

    Un lago artificial con botes de alquiler

  • Un hechizo de la naturaleza

    Un hechizo de la naturaleza

  • La gruta

    La gruta

  • Un tren de vistosos vagones

    Un tren de vistosos vagones

  • Su extensa arboleda

    Su extensa arboleda

  • Entre las calles 50, 60, 115 y 120

    Entre las calles 50, 60, 115 y 120

El parque tiene una extensión aproximada de 60 hectáreas y su forestación es de lo más variada. Entre sus principales especies podemos observar álamos, robles, ombúes, sauces y eucaliptos. Allí, los ruidos de La Plata en movimiento enmudecen, se transforman en gorjeos de pájaros y risas de niños.


Un abanico de posibilidades

Para quienes gustan de la vida al aire libre, el Paseo cuenta con senderos para realizar extensas caminatas y un lago artificial con botes de alquiler. Además, se puede visitar la gruta ubicada a uno de los extremos del estanque.

Durante el verano la alternativa más elegida es el anfiteatro Martín Fierro. El teatro al aire libre fue inaugurado en 1949, lo circunda una pérgola y el pórtico de acceso es de estilo romano. Cuenta con plateas para 2.600 espectadores y en época estival brinda representaciones teatrales, danzas y conciertos.

Basta una breve caminata por el Jardín de la Paz para entender la mirada fraternal con la que se lo concibió. Fue trasladado al paseo en 1982, luego de que los parques del antiguo Teatro Argentino, donde funcionaba hasta entonces, sufrieran un incendio y posterior demolición.


La ruta de la ciencia

Entre las actividades aranceladas, el Museo de Ciencias Naturales es la cita obligada, con sus más de 20 salas de muestra permanente. En un ámbito de absoluta intimidad, permite al visitante dejarse llevar por un camino de aprendizaje y reflexión acerca de los principios que rigen el funcionamiento de todo cuanto conocemos.

El recorrido por el Jardín Zoológico puede hacerse a pie o a bordo de un tren de vistosos vagones. De la mano de guías especialmente entrenados, podemos disfrutar de una divertida excursión por el reino animal.

Cierra la ruta de las ciencias naturales el Observatorio Astronómico fundado en 1883, el cual cuenta con un programa de divulgación científica denominado Proyecto Observatorio.

También brinda visitas temáticas didácticas, observaciones con el telescopio y charlas a cargo de sus docentes e investigadores.

Autor Pablo Etchevers Fotografo Pablo Etchevers

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