Hablar de turismo termal siempre fue referirse a Termas de Río Hondo. Primero se dijo que era el lugar de la tercera edad, luego del sitio se apropiaron los jóvenes. Hoy, las termas son de todos.
Ubicadas en la provincia de Santiago del Estero, las termas de Río Hondo se ubican en la ribera del río Dulce y de sus napas naturales surge la que para muchos es la mayor ciudad termal que tiene Argentina. Los servicios, a los que se suma una hotelería acorde con el recurso del agua, muestra a primera un nuevo concepto en turismo que combina salud, placer y recreación.
Este gran “balneario termal” presenta un clima cálido y seco de tipo subtropical con veranos ardientes e inviernos suaves y templados, con un temperatura media anual de 21º C.
Pero son sus aguas las que le ponen la temperatura al lugar y a la estadía de los visitantes. Estas aguas, ricas en sales y minerales, constituyen uno de los sistemas terapéuticos de mayor trascendencia en el mundo del termalismo. Clasificadas como alcalinas, bicarbonatadas, clorosolfatadas y ferruguinosas, contienen pequeñas cantidades de hierro, sodio, fósforo, yodo, arsénico, fluor y bromo, que se hallan en estado iónico –cargadas de energía eléctrica–, lo cual les confiere una gran fuerza de penetración y difusión en todo el cuerpo humano.
No solo de agua vive el hombre
Además del famoso tren, que recorre los alrededores de las termas, el dique frontal y el casino local, y tiene parada en casi todos los hoteles de la ciudad, existen otros paseos y excursiones para conocer esta ciudad termal.
El dique frontal, con su lago Embalse, es el centro de las actividades náuticas, donde además del velerismo y los deportes de agua aparece la pesca deportiva del dorado como la gran protagonista de las aguas.
Pero también el golf, en el Campo Municipal, tiene su lugar para cientos de fanáticos que todos los años se acercan para hacer hoyos en un clima de verano que se respira mientras se caminan los greens.
Las cabalgatas y el agroturismo, que cada vez ofrece más opciones en estancias de la zona, son algunas de las actividades que se practican durante el día. Cuando llega la noche, los visitantes se vuelvan en forma masiva a los teatros, cines , pubs, restaurantes y al casino y bingo local, que se vuelven tan protagonistas como las aguas termales.
Para quienes gustan de las caminatas, en la ciudad se puede conocer la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, que data del año 1945. También están el Palacio Municipal, el Centro Cultural Gral. San Martín y los cientos de puestos artesanales y ferias donde es imposible no encontrarse con los miles de productos autóctonos realizados por genuinos artesanos de la región.
Por todo esto, Termas de Río Hondo es un lugar donde hay mucho, mucho más que agua.