Río Grande (foto: Jorge González)
En esta área norte de la provincia de Tierra del Fuego se disfruta de un paisaje llano con muy poca vegetación pero que despierta sensaciones distintas, allegadas al silencio y la contemplación. Sobre las costas del océano Atlántico, el mayor atractivo son sus playas interminables, el choque de las olas contra las piedras y la pesca de mar.
Al seguir hacia el sur, la ciudad de Río Grande recibe con su inmensa trama urbana pero también con un sinfín de actividades para ocupar el tiempo libre. Se puede alternar con salidas a su costa de mar, donde está asentada una reserva natural con gran cantidad de aves migratorias y también conocer sus cursos de agua dulce.
La pesca deportiva ocupa un espacio muy amplio en la zona gracias a ríos y arroyos generosos, de los cuales el Grande, el Menéndez y el Irigoyen son los más afamados. Río Grande tiene su encuentro pesquero anual, al que no falta nadie: la Fiesta Internacional de la Trucha.
Varias estancias cercanas a la ciudad tienen tradición en la cría de ganado lanar y ofrecen alojamiento en sus cascos para vivir a diario las tareas de campo.
Río Grande reúne características productivas de excepción en Tierra del Fuego y también es un lugar apropiado para el turismo y la pesca deportiva.
Pasamos un día de campo en la legendaria estancia María Behety, un establecimiento modelo de Tierra del Fuego que muestra su vida diaria a los visitantes.
Conocer la misión es internarse en los orígenes de la ciudad y poder apreciar el presente de un lugar que crece desde el fervor salesiano.
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