Bucear es una de las formas que encontró el hombre para disfrutar de los secretos del mar. El golfo de San Matías, cercano a Viedma y Carmen de Patagones, es ideal para practicarlo.
Para bucear, desde las ciudades de Viedma y Carmen de Patagones hay que tomar la ruta nacional 3 con dirección a la localidad de San Antonio Oeste y llegar hasta un desvío que tras un camino de ripio nos conducirá a Punta Mejillón, uno de los mejores lugares para bucear en las aguas del golfo San Matías.Distintas son las bajadas al mar que permiten acercarse con vehículos y embarcaciones, por lo que es común ver gomones y jeeps o camionetas que salen de pesca o directamente se acercan a sectores calmos para iniciar sus inmersiones de buceo.
Algunos peces de gran porte, entre los que se destacan meros, chernias y salmones de mar, pueden descubrirse mediante estas inmersiones, a lo que se suma la presencia y abundancia de una variada flora marina que atrae a buceadores de todo el país.
Bahía Creek y Caleta de los Loros son los lugares elegidos por las embarcaciones para inciar las inmersiones. Este paraje marino, de excelente visibilidad, invita a sumergirse a poca profundidad, por lo que es un destino ideal para los que recién empiezan en la actividad y quieren hacerlo en el mar.
De manera fácil se divisa el fondo, cuya superficie la mayoría de las veces se encuentra cubierta por mejillones y algas.Un bautismo con estas aguas es ideal para los principiantes, que logran en poco tiempo disfrutar de todo lo que se puede ver bajo el agua sin necesidad de sumergirse mucho.
El buceo deportivo es, en este sector del golfo San Matías, bastante virgen si lo comparamos con otros sitios donde la actividad se realiza mucho más rutinariamente y en los que ha afectado significativamente el lugar y a toda la fauna marina que vive en sus alrededores.
En estas aguas, el océano Atlántico conjuga de manera perfecta sus azules y violáceas aguas con los acantilados de las costas, de modo que las horas del atardecer se vuelven únicas por donde se las mire.
Una postal única que tiene como protagonistas las aguas del golfo San Matías.