Carmen de Patagones invita al visitante a conocer por sí mismo lo que fue su historia. Un viaje al pasado, ideal para entender el presente y el futuro.
Para ello hay que aprender a mirarla y oírla. Una de las formas típicas es hablar con sus vecinos y preguntarles por los lugares históricos o bien aquellos que hoy resultan característicos de sus habitantes, clásicos podría decirse.
Sus instalaciones muestran con textos y viejas fotos cómo fueron esos inicios y ayudan al turista a entender aquellos años de gloria que tuvo el lugar, la epopeya de los hombres y mujeres que encontraron la forma de poblar una extensión de tierra que les fuera bastante hostil y que caracterizó todo un proceso que comenzaba a vivir la recién formada Argentina.
Otro de los puntos protagónicos de la ciudad es la iglesia de Carmen de Patagones, que se encuentra a escasas tres cuadras del museo.
El esfuerzo para llegar vale la pena. En su histórico edificio se aprecian elementos que pertenecieron al imperio brasileño y que fueron conquistados en la batalla del 7 de marzo de 1828.
La Batalla de Carmen de Patagones fue un enfrentamiento entre milicias de las Provincias Unidas del Río de la Plata y las tropas de la marina del imperio del Brasil durante la Guerra del Brasil. Estos enfrentamientos tuvieron lugar en las cercanías.
Desde la iglesia, la vista que se logra es digna de destacarse, ya que se obtiene una panorámica inmejorable que permite descubrir las más diversas construcciones, entre las que se destacan casonas, el famosofuerte y algunas cavernas, lugar donde se instalaron los primeros habitantes que tuvo esta ciudad.
Descubrir las calles de "Carmen", como la nombran sus habitantes, sirve para entender cómo un fuerte rodeado de campo hoy es una ciudad bella cuyo pasado forma parte de nuestro presente.
Solo hay que animarse a viajar en su tiempo.