Descubierta recientemente, Viognier posee un enorme potencial para la elaboración de vinos finos. De origen misterioso y de difícil cultivo, esta cepa es capaz de dar vinos concentrados, muy voluminosos con marcado aroma floral como la magnolia, la madreselva, y frutal como el melocotón y el damasco.
Por lo general, se lo bebe en sus primeros años de vida para apreciar todo el esplendor de esta uva. De estructura fuerte, tiene un largo final en boca.
En nuestro país sólo algunas bodegas se están animando a producir vinos con esta cepa.
Racimo: pequeño y compacto.
Uva: tamaño medio, forma ovoide acuminada y color verde amarillento.
Maduración: temprana.